El presentador Jimmy Kimmel regresó este martes a su programa nocturno tras una semana de suspensión, con un monólogo de casi media hora que mezcló lágrimas, ironía y una firme defensa de la libertad de expresión.
La cadena ABC, propiedad de Disney, había suspendido la producción luego de la controversia por un comentario sobre el asesinato del activista conservador Charlie Kirk, lo que desató un intenso debate nacional sobre los límites del humor político en Estados Unidos.
“Nuestro Gobierno no debe controlar lo que decimos en televisión”, afirmó Kimmel al arrancar su intervención, que rápidamente se viralizó en YouTube. Con voz entrecortada, explicó que nunca tuvo la intención de burlarse de la muerte de Kirk y elogió la entereza de su viuda, quien públicamente dijo haber perdonado al agresor.
La suspensión del programa coincidió con presiones del presidente Donald Trump y del presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), Brendan Carr, quienes criticaron duramente al comediante y llegaron a sugerir sanciones contra ABC. Cadenas afiliadas como Sinclair y Nexstar, de marcada inclinación conservadora, incluso decidieron no retransmitir el “Jimmy Kimmel Live!” en varias ciudades, incluyendo Washington.
El regreso del presentador se dio apenas un día después de que Disney revocara la cancelación, en medio de protestas por la aparente censura y la cancelación de suscripciones a Disney+ y Hulu. “Fue un golpe duro, pero también un recordatorio de lo valioso que es tener una prensa libre y una sátira sin restricciones”, sostuvo Kimmel.
Kimmel sorprendió al agradecer no solo a sus seguidores y colegas, sino también a voces republicanas que salieron en su defensa, como Mitch McConnell, Ted Cruz y Ben Shapiro. “Nunca imaginé que gente con la que suelo discrepar alzaría la voz para respaldar mi derecho a hablar”, admitió.
El comediante también criticó que Trump celebrara su suspensión y acusó al mandatario de intentar replicar lo ocurrido con Stephen Colbert, quien recientemente dejó su programa en CBS tras un conflicto legal con el expresidente.
Kimmel hizo un llamado a la defensa de la libertad de prensa y resumió instancias en que periodistas estadounidenses están siendo demandados, presionados y censurados.
Un regreso con advertencia
Al cierre de su discurso, Kimmel advirtió que los intentos de acallar a comediantes y periodistas no terminarán aquí: “Si esto sucede con otros colegas, espero que hagamos diez veces más ruido. Porque la libertad de expresión no es un lujo, es la esencia de lo que somos”.
Con su regreso, Kimmel no solo recuperó su espacio en la televisión nocturna, sino que convirtió su caso en un nuevo frente en la batalla cultural y política sobre el humor, la crítica al poder y los riesgos de la censura en la era Trump.