Una lamentable escena fue descubierta por vigilantes del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) en un vertedero clandestino ubicado en el barrio Las Ochenta, en Salinas. Allí, personal de la Unidad Marítima del Cuerpo de Vigilantes halló el caparazón de una tortuga carey junto a sus vísceras y un cuchillo filoso, lo que apunta a un acto de caza ilegal.
El secretario del DRNA, Waldemar Quiles, informó en declaraciones escritas que todo indica que la tortuga fue apuñalada. “Esta fue una muy triste escena. Estamos activamente buscando a la persona o personas que cometieron estos actos. La tortuga carey es vital para nuestros arrecifes de coral y el asesinato de este ejemplar constituye un delito”, recalcó.
Tras el hallazgo, se notificó a agentes de investigación especial y a personal de la Oficina Nacional de la Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), así como al Instituto de Ciencias Forenses, quienes examinarán el arma para identificar posibles huellas dactilares, fibras o ADN. Además, se encontraron huevos, lo que confirma que la tortuga era hembra y que estaba en etapa reproductiva.
Quiles exhortó a la ciudadanía a colaborar con la investigación. “Si usted tiene información que ayude a dar con los responsables, puede llamar al 787-999-2200, extensión 2911. Su llamada será estrictamente confidencial”, aseguró.
La tortuga carey (Eretmochelys imbricata) es una especie en peligro crítico de extinción. Su caparazón, de gran atractivo por sus colores ámbar, rojo y marrón, con escamas superpuestas y bordes dentados, la ha convertido en blanco de cazadores ilegales.
El DRNA reiteró su compromiso de proteger la vida silvestre y persigue con rigor este caso que atenta contra la biodiversidad y los ecosistemas marinos de Puerto Rico.