Al menos dos personas murieron y otras cuatro resultaron heridas en un ataque terrorista registrado este jueves en las inmediaciones de una sinagoga en Crumpsall, a las afueras de Mánchester, según confirmaron las autoridades británicas.
El agresor, que atropelló y apuñaló a varias personas, fue abatido a tiros por la Policía.
El portavoz de la unidad antiterrorista, Laurence Taylor, declaró que se trata oficialmente de un “incidente terrorista” y confirmó dos detenciones adicionales relacionadas con el caso.
El jefe de la Policía de Mánchester, Stephen Watson, precisó que las víctimas mortales pertenecían a la comunidad judía y que el ataque ocurrió alrededor de las 9.30 (hora local), coincidiendo con la festividad del Yom Kippur.
El atacante intentó acceder al templo, donde se encontraba “un gran número de fieles”, pero fue frenado por el personal de seguridad, los congregados y la rápida respuesta de los agentes.
Portaba un cinturón con apariencia de explosivo, lo que obligó a los artificieros a intervenir antes de confirmar su muerte. También realizaron una detonación controlada en su vehículo para descartar riesgos.
El primer ministro, Keir Starmer, se mostró “consternado” y calificó el atentado como “aún más horrible” por coincidir con la fecha sagrada del calendario judío.
El líder laborista adelantó su regreso desde Copenhague para encabezar una reunión de emergencia del comité COBR. Por su parte, el rey Carlos III y la reina Camila expresaron estar “profundamente impactados y apenados”, y trasladaron sus condolencias a la comunidad judía.
Ante el ataque, la Policía ha reforzado la seguridad en sinagogas y otros lugares de culto judíos, mientras insta a la población a permanecer “vigilante” ante posibles movimientos sospechosos.