La Universidad Albizu llevó a cabo la develación de su colección institucional Salmos de Cardenal, creación del insigne artista puertorriqueño Antonio Martorell, considerado uno de los creadores artísticos contemporáneos más prolíferos e influyentes del país.
Martorell, artista multidisciplinario, se ha destacado como grabador, pintor, dibujante, diseñador de escenografía y vestuario, escritor, ilustrador y profesor. Su obra ha trascendido generaciones, convirtiéndose en referente cultural para Puerto Rico y el mundo.
El portafolio Salmos de Cardenal fue concebido en 1971, año en que Martorell trabajaba en su Taller Alacrán, vecino de la sede del Instituto Psicológico fundado por el doctor Carlos Albizu Miranda en el Viejo San Juan. En ese mismo periodo, el Instituto evolucionó hacia el Centro Caribeño de Estudios Posgraduados, antecedente de lo que hoy conocemos como la Universidad Albizu. La relación de amistad entre el joven Martorell, de 32 años, y el doctor Albizu, de 51, propició que la institución adquiriera la colección, la cual fue expuesta en la sala de juntas de la Universidad.
“El doctor Carlos Albizu tuvo la sensibilidad y el compromiso de acercar el arte al entorno universitario. Su decisión de incorporar el portafolio Salmos de Cardenal a nuestra universidad no solo fortaleció el vínculo entre la psicología, la cultura y la comunidad, sino que también aseguró que generaciones futuras pudieran apreciar el genio creativo de Antonio Martorell, uno de los artistas más prolíficos y trascendentales que ha dado Puerto Rico,” expresó el doctor Nelson E. Soto, presidente de la Universidad Albizu.
La obra consiste en 18 pliegos en xilografía que fusionan palabra e imagen. Inspirado en los poemas del sacerdote y poeta nicaragüense Ernesto Cardenal, cada pliego recoge versos seleccionados y caligrafiados por Martorell, integrados con imágenes de gran fuerza visual. Estos poemas, publicados originalmente en 1963 y luego en ediciones de 1967 y 1988, adoptan la forma de oraciones paralelas a los Salmos bíblicos, alzando un clamor de justicia en medio de convicciones religiosas y realidades sociales y políticas.
Martorell, inicialmente comisionado para diseñar la portada de un libro, encontró en los textos una fuente de inspiración tan poderosa que lo llevó a desarrollar un lenguaje artístico propio: las “imalabras”. En ellas, la caligrafía se convierte en trazo visual y la imagen en palabra, en una composición única donde literatura y arte se entrelazan.
Con esta valiosa colección y su próxima develación, la Universidad Albizu reafirma su compromiso de resguardar y difundir el legado cultural puertorriqueño, inspirando a estudiantes, académicos y a la comunidad en general a valorar el arte como vehículo de transformación social.