El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, indicó este martes que considera no otorgar el pago retroactivo a todos los empleados federales una vez concluya el actual cierre del Gobierno, en lo que sería una ruptura con décadas de precedentes.
“Depende de quién estemos hablando. Los demócratas han puesto a mucha gente en riesgo y en peligro, pero realmente depende de la persona”, afirmó Trump desde el Despacho Oval, en una declaración que refleja el último intento de la Casa Blanca por presionar a los demócratas en la disputa por el presupuesto federal.
Según trascendió, un borrador interno de la Casa Blanca plantea la posibilidad de que el pago retroactivo no se aplique automáticamente, una interpretación legal que ha generado rechazo en el Capitolio.
Los líderes republicanos en el Congreso se distanciaron rápidamente de la propuesta. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, declaró que apoya personalmente el pago retroactivo a los empleados del Gobierno federal.
De acuerdo con fuentes legislativas citadas por medios estadounidenses, algunos republicanos creen que la Oficina de Presupuesto de la Casa Blanca utilizó la amenaza como estrategia de presión, tras sus recientes advertencias sobre posibles despidos masivos de empleados federales y la cancelación de fondos destinados a proyectos en estados gobernados por demócratas.
Si Trump ejecuta la medida, supondría un precedente sin igual en los cierres de Gobierno modernos, en los que los empleados federales han recibido históricamente su salario retroactivo una vez reanudadas las operaciones gubernamentales.