El Departamento de Educación y el Sistema de Emergencias 9-1-1 informaron que hoy, a las 2:18 p. m., se recibió una llamada alertando sobre un supuesto artefacto explosivo en la Escuela Francisco Manrique Cabrera, ubicada en la urbanización Rexville, calle 31, en Bayamón.
Según se informó, los operadores del Sistema 9-1-1 activaron los protocolos de emergencia y notificaron a las autoridades de seguridad correspondientes. Aunque el operador notó que la persona que realizó la llamada —presuntamente un menor— reía mientras hablaba y se escuchaban otras voces infantiles de fondo, se procedió conforme a los protocolos establecidos.
El plantel fue desalojado de manera preventiva mientras las unidades de seguridad realizaban la inspección de rigor para garantizar la seguridad de toda la comunidad escolar.
El comisionado de Seguridad del Departamento de Educación, César González Cordero, destacó la rapidez de los operadores del 9-1-1, quienes lograron identificar el número y la ubicación exacta mediante GPS, facilitando la investigación.
Por su parte, el comisionado del Negociado del Sistema de Emergencias 9-1-1, José A. Reyes Cañada, reiteró su llamado a la ciudadanía a utilizar la línea 9-1-1 exclusivamente para reportar emergencias reales.
“Cada llamada falsa o realizada como una broma pone vidas en riesgo y desvía los recursos que deben atender situaciones verdaderamente urgentes. La colaboración y responsabilidad de todos son esenciales para garantizar una respuesta rápida y efectiva ante cualquier emergencia”, expresó Reyes Cañada.
“Queremos dejar claro que este tipo de conducta tiene consecuencias serias. Hacer una llamada falsa al Sistema de Emergencias no solo interrumpe los servicios esenciales y pone en riesgo la seguridad de otros ciudadanos, sino que también constituye un delito que será investigado hasta las últimas consecuencias. Nuestros estudiantes deben entender que jugar con la seguridad pública no es una broma; es un acto que acarrea sanciones penales y disciplinarias”, expresó González Cordero.
El Artículo 239 del código penal dispone sanciones agravadas para quienes “provocan una falsa alarma de bomba o artefacto explosivo”, pudiendo ser castigados con reclusión de hasta tres (3) años y la imposición de multas adicionales.
El Departamento de Educación, por su parte, evaluará las sanciones administrativas y disciplinarias correspondientes conforme al Reglamento Escolar vigente, en coordinación con la dirección del plantel y el equipo de seguridad.
Finalmente, el comisionado González Cordero hizo un llamado a toda la comunidad escolar y al público en general: “Toda llamada al 9-1-1 debe hacerse únicamente en casos de emergencia real. Los operadores del sistema están entrenados para salvar vidas, y cuando sus recursos se desvían por falsas alarmas, se pone en peligro a quienes verdaderamente necesitan ayuda. Invitamos a los padres, madres y encargados a orientar a sus hijos sobre el uso responsable del sistema y las graves consecuencias de este tipo de actos.”
Las autoridades continúan con la investigación y tomarán las acciones legales correspondientes conforme a la evidencia recopilada.