Las aplicaciones de citas como Tinder y Bumble se enfrentan a una nueva forma de engaño digital impulsada por la Inteligencia Artificial (IA): el ‘chatfishing’. Este fenómeno describe la práctica de usar chatbots o generadores de texto basados en IA para elaborar respuestas perfectas, ingeniosas o emocionalmente resonantes, con el objetivo de simular una personalidad ideal y manipular el interés de los matches.
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El ‘chatfishing’ se diferencia del tradicional ‘catfishing’ (donde se usan perfiles completamente falsos) en que, generalmente, la persona detrás de la cuenta es real, pero subcontrata la autenticidad de sus conversaciones a un algoritmo.
El algoritmo como “cupido”
Quienes practican esta técnica aprovechan la capacidad de la IA para generar mensajes personalizados y de alto engagement, capaces de mantener el interés del interlocutor durante semanas.
Delegación Emocional
El uso de IA surge en un contexto de “fatiga del dating” o agotamiento digital, donde un alto porcentaje de usuarios se siente exhausto por el esfuerzo rutinario de iniciar y mantener conversaciones en vano.
La automatización se presenta como una solución para destacar entre miles de perfiles sin invertir tiempo ni esfuerzo emocional.
Historias de Engaño
En plataformas como Reddit, existen testimonios de usuarios que han usado chatbots para “mejorar su rendimiento” o incluso automatizar completamente las conversaciones.
Las víctimas, al descubrir que sus sentimientos fueron dirigidos por un algoritmo, reportan frustración y una profunda pérdida de confianza en la autenticidad de las interacciones en línea.
La delgada línea de la autenticidad
Aunque las propias apps de citas han comenzado a integrar funciones de IA para sugerir matches o ayudar a “romper el hielo” (como el asistente de Bumble), los expertos advierten que esta tendencia normaliza la presencia de la inteligencia artificial en las interacciones personales.
El ‘chatfishing’ plantea un riesgo para la autenticidad de las relaciones digitales, transformando el proceso de conexión en una simulación donde las conversaciones y los sentimientos son editados y corregidos por una máquina, haciendo cada vez más difícil distinguir la respuesta genuina de la generada por un programa.