Alejandro Sanz y Shakira han sido, durante más de dos décadas, dos de los artistas más poderosos de la música en español. Sus voces, su fuerza sobre el escenario y sus canciones llenas de emoción los convirtieron en íconos internacionales capaces de mover a millones. Pero, además de su éxito profesional, su amistad y la evidente química que comparten siempre han despertado curiosidad. Desde que lanzaron La tortura en 2005, los fans no han dejado de preguntarse si entre ellos hay algo más que complicidad artística.
Ahora, después de años sin colaborar juntos, el cantante español ha hecho una confesión que ha sorprendido a todos sobre cómo consiguió volver a grabar con la colombiana y qué hay detrás de esa conexión que sigue generando titulares.
La confesión que reavivó la chispa creativa
Durante una reciente entrevista, el cantante madrileño recordó cómo se dio el reencuentro musical con Shakira para su nuevo tema Bésame. Con una sonrisa cómplice, Sanz admitió que no fue fácil volver a coincidir en el estudio, pero que la idea llevaba tiempo rondando entre ambos. “Yo siempre le decía que cuándo íbamos a hacer otra canción, porque solo hace canciones con los muchachos guapos y talentosos”, reveló entre risas. Una frase que, más allá de la broma, refleja la confianza y el cariño que se tienen como amigos y colegas.
Esa confesión, que rápidamente se volvió viral entre los fans, demuestra que la relación entre ambos va mucho más allá de la música. Hay complicidad, admiración mutua y un tipo de energía que no se fabrica: simplemente existe.
Sanz también confesó que el regreso no fue impulsivo, sino fruto de una búsqueda artística genuina. “Llevábamos tiempo ya barruntando esto de poder trabajar juntos de nuevo… no habíamos encontrado la canción quizá que pudiéramos sentirnos identificados los dos”, explicó.
Cuando la química es parte de la composición
Más que una simple colaboración, Bésame se convirtió en una experiencia de reencuentro creativo. Sanz lo describió con un toque de humor, asegurando que trabajar con Shakira puede ser tan intenso como fascinante. “Los dos somos dos artistas muy intervencionistas, ¿no? Nos gusta que todo lo que ocurra en las canciones pase por nuestras manos. Las conversaciones son densas, llenas de ideas y pasión”, dijo.
En sus palabras se nota que la química musical entre ambos sigue intacta. Esa conexión invisible que transforma cada nota en emoción, cada frase en historia. “La química que existe musical entre nosotros es muy fuerte, y cuando cantamos juntos pasa algo. Siempre sabes, ocurre algo, hay algo que sucede ahí”, confesó.
Y ese “algo” es lo que los fans han sentido desde hace años: una mezcla de arte, autenticidad y magnetismo que no se puede ensayar ni fingir.
Más que una canción, una historia que sigue
El regreso de Alejandro Sanz y Shakira no solo ha despertado nostalgia, sino también ilusión. Su colaboración demuestra que cuando dos artistas se entienden desde el alma, el resultado trasciende modas y épocas. En tiempos donde la industria musical parece obsesionada con lo inmediato, ellos recuerdan que la verdadera magia surge cuando hay conexión humana detrás del sonido.
Quizá no haya un romance más allá de los acordes, pero sí una historia profunda de respeto y sincronía. Y eso, en el mundo de la música, es igual de poderoso.
Porque al final, como demuestran Sanz y Shakira, cuando hay química verdadera, basta una canción para que todo vuelva a empezar.