El portavoz alterno del Partido Nuevo Progresista (PNP) en la Cámara de Representantes, Wilson Román López denunció hoy la determinación de LUMA Energy de cesantear a 160 empleados en medio de reclamos ciudadanos por apagones y deficiencias en el servicio eléctrico en la Isla.
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“LUMA ha fallado en lo más básico: cumplir con su deber de ofrecer un servicio confiable al pueblo de Puerto Rico. Este despido masivo no solo pone en riesgo la estabilidad de cientos de familias trabajadoras, sino que demuestra el desorden y la falta de planificación con la que esta empresa maneja un servicio esencial”, expresó Román López.
Añadió que “no se puede hablar de progreso cuando hay oscuridad en nuestras calles, postes llenos de vegetación y comunidades enteras sin luminarias. El pueblo está pagando por un servicio que no recibe y eso es inaceptable… Los ejecutivos de LUMA Energy no tienen vergüenza alguna, no se bajan sus sueldazos, ni renuncian a sus lujosas vidas personales, pero sí se atreven a despedir a 160 empleados”.
Al reclamo se unieron los representantes Edgar Robles Rivera, presidente de la Comisión de Asuntos al Consumidor, y Jerry Nieves Rosario, presidente de la Comisión de la Región Norte. Ambos coincidieron en que la decisión de la empresa privatizadora evidencia una desconexión con la realidad del país y afecta la calidad del servicio que reciben los abonados.
Robles Rivera destacó que cada trabajador despedido representa menos personal disponible para atender averías, lo que repercute directamente en los ciudadanos.
“Cada trabajador despedido representa menos manos disponibles para atender las averías, y eso significa más retrasos, más apagones y más frustración para el consumidor. (…) no se trata de una empresa privada más: se trata de quien tiene en sus manos la energía de todo un país. LUMA está incumpliendo con su contrato y el pueblo merece respuestas claras, no justificaciones”, puntualizó.
Por su parte, Nieves Rosario lamentó que los empleados que diariamente enfrentan condiciones peligrosas sean los más afectados.
“La Región Norte y el resto de la Isla viven, día a día, las consecuencias de un sistema eléctrico deficiente. No hay excusa para la falta de mantenimiento, la oscuridad en las vías públicas y el abandono en el manejo de la vegetación. Los trabajadores de LUMA son los que enfrentan el calor, la lluvia y el peligro para mantener la red en pie, y ahora son los primeros en ser sacrificados. Esto no es justo ni para ellos ni para los ciudadanos”, sostuvo.