Al menos tres personas murieron este jueves —entre ellas dos periodistas ucranianos y un rescatista— durante una nueva jornada de ataques del Ejército de Rusia contra varias provincias de Ucrania, según confirmaron las autoridades de Kiev.
En Donetsk, un bombardeo ruso sobre la ciudad de Kramatorsk causó la muerte de Elena Gubanova y Yevgeni Karmazin, periodista y camarógrafo de la cadena Freedom TV, respectivamente. El gobernador regional Vadim Filashkin destacó que ambos “cubrieron la situación desde los primeros días de la invasión rusa, mostrando la verdad sobre los crímenes del enemigo y la evacuación de la población civil”. Agregó que sus muertes representan “una gran pérdida”, y subrayó que “Rusia es un Estado terrorista que debe pagar por todos sus crímenes”.
Desde Bruselas, el presidente Volodymyr Zelenskyy lamentó lo ocurrido durante una rueda de prensa celebrada tras la cumbre de la Unión Europea, en la que se anunció el paquete número 19 de sanciones contra Moscú.
Zelenskyy indicó que 155 periodistas han muerto desde el inicio de la invasión “mientras mostraban la verdad de la agresión rusa”, y confirmó que un tercer reportero, Oleksandr Kolichev, resultó herido.
En otro ataque, en la provincia de Járkov, un miembro del Servicio Estatal de Emergencias (SES), identificado como Yuri Petrovich, murió mientras intentaba extinguir un incendio provocado por un dron ruso en la localidad de Velikoburlutsk. Según el SES, cinco rescatistas más resultaron heridos tras varios bombardeos consecutivos en la zona.
El ministro de Exteriores, Andri Sibiga, denunció que “el terror ruso no perdona a nadie, incluidas las comunidades religiosas”, después de que una sinagoga en Podil, en la región de Kiev, sufriera daños por otro ataque. Sibiga afirmó que 640 lugares de culto han sido dañados desde el inicio de la guerra y 67 líderes religiosos asesinados, e instó a privar al Kremlin de los fondos que alimentan su “presupuesto de guerra”.
Por su parte, el rabino jefe de Ucrania, Moshe Azman, confirmó en la red social X los daños en la sinagoga y pidió protección internacional para los centros religiosos del país.
Las provincias de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia permanecen parcialmente ocupadas desde que fueron anexionadas por Rusia en octubre de 2022, sumándose a la ocupación ilegal de Crimea en 2014, acciones que la comunidad internacional no ha reconocido.