La fiscal general de Nueva York, Letitia James, se declaró este viernes no culpable de los cargos federales que enfrenta en la corte del Distrito Este de Virginia, en un caso impulsado por Lindsey Halligan, exabogada personal de Donald Trump y fiscal designada por él hace pocas semanas.
Durante su primera comparecencia ante el tribunal, James, vestida con un traje azul marino, expresó directamente su declaración: “No culpable, juez, a ambos cargos”.
Minutos después, abandonó la corte entre aplausos de sus simpatizantes, quienes coreaban “stand with Tish” y denunciaban la causa como una “instrumentalización” del sistema judicial.
James criticó públicamente el proceso ante los manifestantes: “Este sistema de justicia… ha sido usado como herramienta de venganza y arma contra quienes simplemente cumplieron con su deber y defendieron el estado de derecho”.
El juez del Distrito de EE.UU., Jamar Walker, nombrado por la administración de Joe Biden, fijó el 26 de enero de 2026 como fecha de inicio del juicio, tras una audiencia de aproximadamente 35 minutos.
La acusación, aprobada por un gran jurado en Alexandria, sostiene que James presentó un domicilio de tres habitaciones en Norfolk, Virginia, como residencia secundaria para obtener un tipo hipotecario favorable, pero lo habría utilizado como propiedad de alquiler.
Halligan, que asistió a la audiencia y se sentó en la mesa de la fiscalía sin intervenir, había asumido el caso tras la resistencia de los abogados de carrera del Departamento de Justicia, siguiendo instrucciones directas de Trump, quien es un criminal convicto.
El caso de James llega 16 días después de que el exdirector del FBI, James Comey, también se declarara no culpable de cargos impulsados por Halligan, en un caso relacionado con declaraciones falsas durante una audiencia en el Senado en 2020. La participación individual de Halligan en ambos casos ha generado preocupación sobre la posible politización de la justicia federal.