En la isla, tres de cada diez adultos viven con hambre o inseguridad alimentaria, una realidad que la Oficina para el Desarrollo Socioeconómico y Comunitario (ODSEC) se ha propuesto cambiar.
Consciente de la gravedad de esta situación, la directora ejecutiva de la ODSEC, Dra. Keren L. Riquelme Cabrera, convocó de manera urgente a un grupo de líderes de agencias y organizaciones dedicadas a combatir la pobreza y el hambre en Puerto Rico. Entre los participantes se encontraban Ramón Burgos, administrador de ADSEF; Mari Laborde, del Banco de Alimentos de Puerto Rico; Luis Vázquez, del Instituto Socioeconómico Comunitario (INSEC); Nilda Olmeda, de Acción Social (ASPRI); Nereida Figueroa, del Departamento de Desarrollo Social del Municipio de San Juan; y el chef comunitario Iván Clemente, del Comedor de la Kennedy.
Este cónclave histórico tuvo un solo objetivo: buscar alternativas reales y sostenibles para erradicar el hambre en las comunidades de todo Puerto Rico. Desde esa reunión, la ODSEC lidera un nuevo esfuerzo encaminado a establecer una política pública de seguridad alimentaria y “Cero hambre”, que integre la acción comunitaria, el apoyo gubernamental y la cooperación del sector privado.
“Desde que asumí el cargo de Directora Ejecutiva de ODSEC, he trazado un plan de trabajo riguroso en favor del desarrollo social y económico de nuestras comunidades. Erradicar el ciclo de la pobreza y el hambre en Puerto Rico es mi prioridad. No queremos que un niño, un adulto mayor o una familia se acueste sin comer ya que muchas veces lo que reciben de ayudas no son suficientes para las 3 comidas del día”, expresó la Dra. Keren L. Riquelme Cabrera.
“Sé que este esfuerzo multisectorial de la mano de organizaciones sin fines de lucro, voluntarios y jefes de agencia, seguirá creciendo. Esto es solo el comienzo de una jornada de acción coordinada y de educación ciudadana.”
Aunque en el pasado se han intentado iniciativas similares —como la Orden Ejecutiva 2011-67, la Mesa Redonda de Agrónomos y Agricultores de 2012 y el Consejo de Seguridad Alimentaria de 2014—, los resultados no se sostuvieron. El huracán María dejó al descubierto la vulnerabilidad del sistema alimentario del país: góndolas vacías, falta de inventario y una agricultura incapaz de suplir las necesidades básicas de la población.
La ODSEC retomó ese compromiso promoviendo conciencia sobre la seguridad alimentaria, evitando duplicidad de servicios, fomentando acuerdos colaborativos y estimulando la responsabilidad individual y familiar en la alimentación saludable. Además, impulsa el desarrollo de cocinas resilientes a través de las organizaciones sin fines de lucro y maximiza el uso de los recursos existentes en las comunidades.
Puerto Rico enfrenta un reto profundo, pero con liderazgo, acción coordinada y compromiso, el hambre puede convertirse en parte del pasado.
