El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, confirmó que la isla vivió “una madrugada muy compleja” por el paso del huracán Melissa, que provocó daños cuantiosos, especialmente en la zona oriental del país, donde fueron evacuadas unas 735,000 personas.
El mandatario explicó en redes sociales que se mantuvo en contacto continuo con los dirigentes regionales durante toda la noche y aseguró que el Gobierno mantiene el control de la situación. “Nos hemos preparado para el peor escenario y las medidas han sido efectivas”, afirmó.
No obstante, pidió a la población “no confiarse, mantener la disciplina y continuar a buen resguardo”, ya que el huracán aún afectaba parte del territorio cubano. Díaz-Canel anunció que, “en cuanto las condiciones lo permitan”, se activará el plan nacional de recuperación, una vez se conozcan los daños exactos.
La ciudad de Holguín en Cuba, quedó completamente inundada por las fuertes lluvias del huracán Melissa durante la mañana de hoy.
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Melissa, que dejó varios muertos en Jamaica y alcanzó la categoría cinco en la escala de Saffir-Simpson, se desplazó por Cuba con vientos máximos sostenidos de 165 kilómetros por hora, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.
El organismo prevé que el ciclón se acerque a Bahamas en las próximas horas, donde ya se mantiene una alerta activa, al igual que en Haití.
El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó su grave preocupación por los estragos de lo que calificó como “uno de los huracanes más poderosos jamás registrados en el Atlántico”, con potencial para causar devastación generalizada en varios países del Caribe.
Guterres transmitió su solidaridad con los ciudadanos y gobiernos afectados y reiteró el pleno apoyo de las agencias de Naciones Unidas en la respuesta humanitaria. La organización anunció la liberación de 4 millones de dólares del fondo de emergencia para Haití y Cuba, y no descarta lanzar un llamado internacional de fondos adicionales en los próximos días.