Puerto Rico se ha convertido en uno de los mercados solares y de almacenimiento energético residencial más avanzados de Estados Unidos, según reveló el más reciente estudio de la firma de investigación Wood Mackenzie.
El análisis, titulado “When the grid dies, solar and storage thrive: How a crumbling grid gave rise to a solar superpower in Puerto Rico”, destacó que la isla ocupa la tercera posición entre los mercados residenciales solares más grandes de Estados Unidos, solo detrás de California y Florida, de acuerdo con datos del segundo trimestre de 2025.
A su vez, desde el primer trimestre de 2022, Puerto Rico ha instalado más de 1.3 gigavatios de almacenamiento residencial, equivalente al 24 % de toda la capacidad instalada en Estados Unidos durante ese periodo. Se detalló que la rápida expansión responde, principalmente, a la necesidad de resiliencia ante un sistema eléctrico inestable y no necesariamente a incentivos o subsidios.
El analista senior de investigación de Wood Mackenzie, Max Issokson, explicó que la trayectoria de la isla representa un cambio estructural dentro del mercado energético estadounidense.
“Puerto Rico es un referente de resiliencia energética. Lo que comenzó como una necesidad ante un sistema eléctrico frágil, se ha convertido en un modelo de innovación y autosuficiencia que está marcando la pauta para el resto de Estados Unidos”, expresó Issokson durante la presentación del estudio en el evento.
El estudio también indicó que el auge del mercado solar en la isla ha convertido la energía renovable en un pilar esencial de la infraestructura eléctrica. Casi todos los sistemas instalados actualmente integran baterías, lo que ha redefinido la energía solar como una infraestructura esencial.
El informe proyectó que el crecimiento continuará durante 2026 y 2027, con una penetración estimada del 55 % para 2030, impulsada por políticas favorables de medición neta, las altas tarifas eléctricas y la demanda sostenida de resiliencia. No obstante, advirtió que el mercado podría enfrentar desafíos por restricciones federales, requisitos más estrictos de financiamiento y presiones en la cadena de suministro.
El estudio también resaltó que el desarrollo de este ecosistema no ha dependido exclusivamente de subsidios federales, sino de la presión ciudadana y la necesidad de autonomía energética. Además, identificó a Puerto Rico como un modelo que anticipa el futuro del mercado solar estadounidense, con una adopción generalizada del almacenamiento, la expansión del modelo de financiamiento third-party ownership (TPO) y el crecimiento de las plantas de energía virtual (Virtual Power Plants, VPP).
Por su parte, el director de política pública de la Asociación de Energía Solar y Almacenamiento de Puerto Rico (SESA), Javier Rúa Jovet, resaltó que los resultados validan la evolución del sector local.
“La industria solar en Puerto Rico es una sólida, creciente y en constante innovación, que tiene la protección y el bienestar de nuestra gente como norte. Los resultados de este estudio reflejan que vamos en la dirección correcta hacia lograr una mayor penetración de energía solar y almacenamiento en la isla, y hacia las metas de transición a fuentes de energía renovable”, expresó Rúa Jovet.
