El huracán Melissa ha dejado más de 30 muertos a su paso por Haití, Jamaica y República Dominicana, además de causar graves daños en Cuba, donde el Gobierno evalúa pérdidas “cuantiosas”. Las autoridades haitianas confirmaron 24 víctimas mortales y 18 desaparecidos, convirtiendo al país en el más golpeado por el temporal.
La región más afectada en Haití es Petit Goâve, en el departamento Oeste, donde el desbordamiento del río La Digue arrasó viviendas y vehículos y provocó una veintena de muertes, entre ellas las de diez niños, según informó el diario Le Nouvelliste. Las autoridades locales advirtieron que el riesgo de nuevas inundaciones sigue siendo alto.
En Jamaica, las autoridades recuperaron los cuerpos de cuatro personas —tres hombres y una mujer— en la zona de Saint Elizabeth, después de que fueran arrastradas por la corriente. Gran parte del occidente del país, con una población de unos 2.8 millones de habitantes, permanece devastado.
El primer ministro Andrew Holness declaró que la ciudad afectada es ahora una “zona cero” y anticipó “un largo camino hacia la recuperación”. “Muchas casas han quedado destruidas. El Hospital Río Negro, junto con otros edificios históricos, iglesias y tribunales, también sufrieron daños severos”, afirmó. El Gobierno jamaicano desplegó cuadrillas para limpiar carreteras y restablecer el tráfico en zonas incomunicadas.
En Cuba, el huracán tocó tierra el miércoles y provocó daños “cuantiosos”, aunque las autoridades no reportaron víctimas mortales.
EE. UU. ofrece ayuda humanitaria a Cuba pese al embargo
La Administración de Donald Trump ofreció este jueves el envío de ayuda humanitaria a Cuba para atender los estragos del huracán, en un gesto que contrasta con el embargo económico vigente desde hace más de medio siglo.
El secretario de Estado, Marco Rubio, anunció en su cuenta de X que Washington está “preparado para ofrecer ayuda humanitaria inmediata a la población de Cuba afectada por el huracán”. No ofreció más detalles sobre la logística o los mecanismos de entrega.
Trump, sin embargo, descartó cualquier cambio en su política hacia el Gobierno de Miguel Díaz-Canel, al que mantiene bajo una línea de “máxima presión”. Mientras tanto, La Habana continúa buscando apoyo en foros internacionales como la ONU, que el miércoles volvió a condenar el bloqueo impuesto por Washington.
