La Administración Federal de Aviación (FAA) reducirá desde este viernes los vuelos en decenas de aeropuertos de alto tráfico en todo Estados Unidos si no se logra un acuerdo para poner fin al cierre del gobierno federal, anunció el secretario de Transporte, Sean Duffy, en una conferencia de prensa el miércoles.
La medida implicará una reducción del 10% del tráfico aéreo en unos 40 aeropuertos, afectando potencialmente miles de vuelos diarios. Entre las terminales incluidas figuran los tres grandes aeropuertos de Nueva York (JFK, LaGuardia y Newark), además de aeropuertos clave en Boston, Filadelfia, Chicago, Atlanta, Dallas, Los Ángeles, Miami, Washington D.C., San Francisco, Phoenix y Seattle, según un funcionario de la FAA.
El administrador de la FAA, Bryan Bedford, explicó que el ajuste “se limitará a los 40 mercados de mayor volumen de tráfico aéreo” y pidió a las aerolíneas “colaborar para reducir sus itinerarios de forma ordenada”.
Aeropuertos afectados por región:
- Noreste: Boston Logan, New York LaGuardia, New York John F. Kennedy, Newark Liberty, Philadelphia International y Teterboro (Nueva Jersey).
- Medio Oeste: Indianapolis, Chicago Midway, Chicago O’Hare, Cincinnati/Northern Kentucky, Detroit Metropolitan Wayne County, Louisville y Minneapolis/St. Paul.
- Sur: Charlotte Douglas, Dallas Love Field, Dallas/Fort Worth International, Fort Lauderdale/Hollywood International, Hartsfield-Jackson Atlanta, Houston Hobby, George Bush Houston Intercontinental, Memphis International, Orlando International, Miami International y Tampa International.
- Área de Washington D.C.: Baltimore/Washington International, Washington Dulles International y Ronald Reagan Washington National.
- Oeste: Denver International, Las Vegas McCarran, Los Ángeles International, Oakland International, Ontario International, Portland International, Phoenix Sky Harbor, San Diego International, Seattle/Tacoma International, San Francisco International y Salt Lake City International.
- Hawái y Alaska: Anchorage International y Honolulu International.
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La presidenta de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), Jennifer Homendy, respaldó la decisión al afirmar en la red social X que el recorte “es lo correcto” y advirtió que “las presiones en el sistema están aumentando”.
El cierre ha agravado la escasez de controladores aéreos, generando retrasos en todo el país. Estos empleados, junto con el personal de la Administración de Seguridad del Transporte (TSA), son considerados esenciales y deben trabajar sin recibir salario durante la paralización.
Muchos controladores han empezado a buscar empleos temporales o se han reportado enfermos en señal de protesta, reduciendo aún más la capacidad operativa.
El impacto final dependerá de la duración del cierre, pero la FAA advirtió que, de prolongarse, podría extender los recortes a más aeropuertos del país.
