Agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) llevaron a cabo este sábado una redada de grandes proporciones en la ciudad de Charlotte, Carolina del Norte, según informó Europa Press.
El Departamento de Seguridad Interior (DHS) describió la intervención como una operación destinada a “garantizar que los estadounidenses están a salvo y que se eliminan las amenazas a la seguridad pública”. La redada ha generado inquietud entre residentes y autoridades locales, especialmente porque la policía municipal aclaró que no participa de la iniciativa federal.
El Departamento de Policía de Charlotte afirmó que no está involucrado en la operación y pidió a la comunidad mantener la calma. El sheriff del condado de Mecklenburg, Garry McFadden, había anticipado previamente que agentes federales intervendrían en la ciudad.
Desde el DHS, su portavoz Tricia McLaughlin justificó la acción alegando que ha habido “demasiadas víctimas” de delitos cometidos por inmigrantes indocumentados. Añadió que el presidente Donald Trump y la secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, actuarán “para proteger a los estadounidenses cuando los políticos de santuario no lo hagan”, refiriéndose a ciudades que limitan la cooperación con ICE.
Sin embargo, las autoridades del condado denunciaron que la presencia de fuerzas federales está generando “miedo e inseguridad innecesarios” en la comunidad. Recordaron que operaciones similares en otras ciudades han resultado en la detención de personas sin antecedentes penales y en protestas violentas. Mencionaron además que en Chicago, donde también se desplegaron agentes federales, un tribunal determinó que el 85 % de los arrestos se realizaron sin las debidas garantías, lo que llevó a liberar a cientos de detenidos.
Hasta el momento, no se han revelado cifras oficiales de arrestos ni detalles concretos sobre los lugares intervenidos en Charlotte.
