El Ejército de Israel mató este miércoles a siete palestinos en nuevos ataques contra varios puntos de la Franja de Gaza, pese al alto el fuego en vigor desde el 10 de octubre, resultado del acuerdo entre el Gobierno israelí y Hamás para aplicar la primera fase del plan de Estados Unidos para el enclave.
El principal incidente ocurrió en la ciudad de Gaza, donde las fuerzas israelíes habrían ejecutado varios bombardeos en los barrios de Zeitun y Shujaia, que dejaron cinco civiles muertos, cuyos cuerpos llegaron al Hospital Baptista Al Ahli, según el diario palestino Filastin.
A estos fallecidos se suman un hombre tiroteado por las tropas israelíes en Qizan al Najar, al sur de Jan Yunis, según la agencia oficial palestina WAFA, y otro alcanzado por fuego de artillería. El Ejército israelí confirmó que mató a “un terrorista” que habría cruzado la ‘línea amarilla’, a la que sus tropas se replegaron conforme al acuerdo.
El Ministerio de Sanidad gazatí indicó en un comunicado que en las últimas 48 horas se han confirmado siete muertos, incluidos cinco tiroteados por tropas israelíes y dos cuerpos recuperados por equipos de rescate. Desde el inicio de la ofensiva israelí tras los ataques del 7 de octubre de 2023, el balance asciende a 69,513 muertos y 170,745 heridos.
Según estas autoridades, desde la entrada en vigor del alto el fuego se han registrado 280 fallecidos y 672 heridos, además de 571 cuerpos recuperados por los equipos de rescate. Señalan que aún hay víctimas bajo los escombros y en las calles, inaccesibles por motivos de seguridad, por lo que el balance real sería mayor.
En este contexto, la oficina de prensa de las autoridades gazatíes condenó “firmemente” las “violaciones sistemáticas” del alto el fuego por parte de Israel y elevó a 393 las “violaciones documentadas” desde su entrada en vigor, en lo que calificó como una vulneración del Derecho Internacional Humanitario.
La oficina afirmó que entre los fallecidos figuran “niños, mujeres y ancianos”, y denunció que las fuerzas israelíes han arrestado de manera “arbitraria” a 35 ciudadanos durante incursiones y redadas. Sostuvo que estas acciones buscan “socavar el acuerdo y crear una realidad sangrienta sobre el terreno”.
En su comunicado, las autoridades gazatíes atribuyeron a Israel la “responsabilidad total” por las repercusiones humanitarias y de seguridad derivadas de estas violaciones y advirtieron de que estas agresiones pueden “socavar los esfuerzos internacionales para mantener la calma”.
Pidieron al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a los países mediadores del acuerdo y al Consejo de Seguridad de la ONU que adopten medidas “serias y efectivas” para detener los ataques y forzar a Israel a cumplir estrictamente el alto el fuego, insistiendo en que “solo la presión internacional puede obligar a la ocupación a respetar el Derecho Internacional”.
