


El mundo del entretenimiento está de luto. El pasado 24 de noviembre, Aislinn Derbez confirmó una noticia devastadora: la muerte de su madre, la reconocida actriz de doblaje Gabriela Michel, a causa de un infarto. En un mensaje profundamente honesto, escribió: “Con profunda tristeza comparto que mi mamá falleció a causa de un infarto. En este momento necesito vivir mi duelo en paz, en compañía de mi familia, y procesar esta despedida desde un lugar de amor. Les agradezco su respeto”.

La partida de Michel ha dejado un eco de admiración, memoria y cariño en todo el gremio. Y es que, aunque para muchos el nombre puede sonar familiar por su relación pasada con Eugenio Derbez, padre de Aislinn, su legado va mucho más allá.
Gabriela Michel no fue “la ex de”, sino una figura indispensable en el doblaje latinoamericano y una artista cuyo talento iluminó cuatro décadas del entretenimiento.
Una vida dedicada a la voz: de Bellas Artes a ser un referente del doblaje
Nacida en 1960 en la Ciudad de México, Gabriela Michel descubrió su vocación desde muy joven. Ingresó a la escuela de actuación de Bellas Artes en los años 80, donde comenzó a moldear la herramienta que la llevaría a convertirse en una de las voces más queridas de Latinoamérica. Su formación la encaminó hacia el doblaje, la locución y la dirección escénica, áreas en las que desarrolló una carrera sólida y multifacética.
Uno de los capítulos más memorables de sus inicios fue la fundación de la Escuela de Actuación y Danza Derbez-Michel, un proyecto artístico en el que colaboró con Silvia Derbez, madre de Eugenio.
Su carrera no solo se desarrolló en cabinas. Durante diez años formó parte del equipo de producción del programa En Familia con Chabelo, donde trabajó como directora de escena. Ahí, su profesionalismo le ganó un profundo respeto.

Su relación con Eugenio Derbez, aunque breve, se convirtió en un capítulo importante en su vida personal. Juntos tuvieron a Aislinn y, tras su separación, Michel eligió concentrarse en la crianza de su hija, cerrando la academia que mantenían activa. Años después formó una nueva familia con Jorge Alberto Aguilera, también integrante del equipo de Chabelo, con quien dio forma a un hogar lleno de amor, autonomía y libertad.
La voz que acompañó a generaciones
Decir que Gabriela Michel fue una figura clave del doblaje es quedarse corto. Su voz fue sinónimo de elegancia, fuerza, humor y emoción. Ella fue quien le dio vida en español a Samantha Jones en Sex and the City, convirtiéndose en la voz con la que miles de mujeres en Latinoamérica conocieron y se enamoraron del personaje.
También fue la Reina Clarion en Tinker Bell, Meredith Blake en Juego de Gemelas, personajes en Esposas Desesperadas, Hannah Montana, La Cenicienta, Shake It Up y producciones de Disney y Pixar como Buscando a Nemo y Monsters, Inc.. En el anime, dejó huella en clásicos como Neon Genesis Evangelion.
Su trayectoria honró el arte del doblaje con dignidad y discreción. Ella siempre buscó la excelencia y en esa búsqueda, dejó una huella que hoy se siente más viva que nunca.
Un legado que trasciende y una lección que permanece
La muerte de Gabriela Michel representa una pérdida profunda para la industria del doblaje, pero también deja una reflexión invaluable: el poder duradero de una voz auténtica. Su trabajo nos recuerda que el arte no solo está en lo que vemos, sino en aquello que escuchamos y que, sin darnos cuenta, guardamos en nuestra memoria emocional.
Su voz se apagó, pero su eco permanecerá para siempre en cada personaje, cada frase, cada emoción que transmitió detrás del micrófono. Gabriela Michel fue una artista plena, una maestra de la voz y un puente emocional para generaciones enteras. Su legado, limpio y luminoso seguirá vivo, incluso en silencio.
Source link
