Con el estreno de la nueva temporada de Stranger Things, el nombre de Jamie Campbell Bower vuelve a encender la conversación, sobre su increíble interpretación en la pasada temporada.
El actor británico, cuya carrera abarca desde Sweeney Todd y The Mortal Instruments hasta su paso por Harry Potter, encontró su consagración definitiva al interpretar a Vecna, el monstruo más perturbador y fascinante que ha pisado Hawkins. Su actuación, meticulosa y visceral, convirtió al personaje en un villano icónico de la televisión moderna, y el actor apenas comienza a procesar ese impacto.
En entrevista exclusiva con Metro, Campbell Bower reflexionó sobre el efecto de uno de los villanos más icónicos de la televisión en la cultura popular y en los fieles fanáticos.
“Estoy muy agradecido de que haya funcionado”, confiesa a preguntas de qué se siente convertirse en el origen de tantas pesadillas. Jamie habla con humildad, casi sorprendido por los elogios. Para este, el verdadero triunfo está en saber que todo ese trabajo que hizo fuera del set, el análisis emocional, la preparación física y la paciencia bajo infinitas capas de prótesis, logró, efectivamente, impactar a la audiencia. “Ojalá aterrorice a la gente cuando vea la serie en casa”, dice entre risas.
Aunque Vecna podría provocar ataques de pánico, Jamie asegura que la reacción de los fans ha sido todo lo contrario. “Todos han sido muy amables. Muy dulces”, cuenta. Incluso los niños. “Me encuentro con niños de 8 años que han visto la serie y me dicen que no les dio miedo. ¡Es adorable!”, comenta. Eso sí, admite que hay un episodio que la audiencia aún no le perdona. “Se molestaron un poco cuando maté a Eddie”, dice con una sonrisa culpable. “Nunca lo olvidaré. Lo siento”.
Interpretar a Vecna no solo exigió intensidad emocional, también implicaba jornadas de hasta 20 horas envuelto en prótesis y concentración absoluta. ¿Cómo se vuelve a ser Jamie después de eso? ¿Cómo te desconectas del personaje? “La naturaleza es fundamental”, explica. “El agua, los cuerpos de agua, la comida… los baños de sales de Epsom”. Su receta es simple: cuidarse mucho, tanto física como mentalmente. “Cuando estás metido en un personaje así, tienes que encontrar formas de regresar a ti”. Y al terminar la última escena de esta temporada, lo que sintió fue, sobre todo, alivio. “Fue agridulce”, recuerda. “Agradecido, feliz… pero también esa sensación de: ya está, ya no tengo que traer esto al trabajo otra vez”.
Como muchos que crecimos en esa década, Jamie tiene un cariño especial por la estética ochentosa que Stranger Things recrea impecablemente. Si tuviera que elegir un objeto que desearía que siguiera existiendo, no duda en responder: los autos. “Me encantan. Tengo un auto de los ‘70, así que todo lo de esa época siempre me resulta muy divertido”. También menciona las bicicletas BMX, los inicios del skateboarding: “Un montón de cosas geniales”, manifiesta el también destacado actor de la saga de Twilight.
Más allá del terror, el drama y la acción, Jamie siempre ha abordado a Vecna desde un espacio profundamente humano. “Cuando me incorporé, dediqué mucho tiempo a reflexionar sobre su relación con su familia, sus cuidadores principales, y cómo eso lo marcó”, cuenta. No quería un monstruo sin motivación, sino un alma rota. “Me encanta que la historia de Vecna se haya desarrollado tan bien a lo largo de la temporada. Hay una obra de teatro increíble en Broadway y Londres, que profundiza en ello. Así que era crucial que mis teorías estuvieran fundamentadas. ¿Qué aprendí? Dar amor. Dar amor”, responde inmediatamente. Y ahí, de repente, el villano más aterrador de Hawkins deja de ser una criatura del Upside Down y más un actor que encontró humanidad en la oscuridad.
