La República Dominicana autorizó a Estados Unidos el uso de zonas restringidas de la Base Aérea de San Isidro y del Aeropuerto Internacional de Las Américas (AILA) como parte del apoyo logístico vinculado a la visita oficial del secretario de Guerra estadounidense, Pete Hegseth.
El anuncio fue confirmado este miércoles por el presidente Luis Abinader, quien enmarcó la medida dentro de los acuerdos bilaterales de cooperación en seguridad.
Según reportó Diario Libre, el mandatario no especificó los detalles operativos de la autorización, pero subrayó que el uso de estas áreas responde a los protocolos existentes para facilitar operaciones conjuntas, particularmente en el combate al narcotráfico. “Es un honor recibir en nuestro país al secretario de Guerra Pete Hegseth. Su visita reafirma nuestro compromiso de seguir fortaleciendo las relaciones con los Estados Unidos”, expresó Abinader, al agradecer también a la embajadora estadounidense Leah Francis Campos.
Cooperación reforzada contra el narcotráfico
El gobierno dominicano ha destacado en repetidas ocasiones el impacto de estas alianzas. Abinader recordó que desde 2020 el país decomisa casi diez veces más droga por año que en la década anterior, un logro que atribuyó al trabajo conjunto con las agencias federales estadounidenses. Hace dos semanas, una misión de alto nivel de la DEA reconoció ese incremento.
El presidente también agradeció el respaldo de Washington a la candidatura del diplomático dominicano Leandro José Villanueva para dirigir la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), como parte de la ampliación de la cooperación regional.
Al cerrar su mensaje, Abinader advirtió que el país enfrenta “una amenaza real” relacionada al crimen organizado y afirmó que medidas como la autorización temporal a personal técnico y equipo estadounidense en áreas restringidas buscan fortalecer la capacidad regional frente a estas redes transnacionales.
Un anuncio en un Caribe en tensión
La autorización dominicana llega en un contexto regional marcado por una fuerte actividad militar estadounidense. Esta semana, el general Dan Caine, presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor de EE. UU., visitó Puerto Rico para supervisar las operaciones del mayor despliegue naval en el Caribe desde la década de 1960, según reportó The New York Times. Ese operativo incluye un portaaviones, buques de guerra y miles de tropas distribuidas entre el Caribe y bases estadounidenses en la isla.
El gobierno de Estados Unidos ha desplegado un amplio operativo militar en aguas del Caribe en medio de tensiones con Venezuela, país que apuntan como facilitador de actividades del narcotráfico.
