El Consulado General de Indonesia en Hong Kong confirmó este sábado que siete trabajadoras domésticas indonesias se encuentran entre las víctimas mortales del devastador incendio que arrasó un complejo residencial en Tai Po, en el norte de Hong Kong, dejando al menos 128 fallecidos y más de un centenar de personas desaparecidas.
De acuerdo con la información compartida por la representación consular, alrededor de 140 mujeres indonesias trabajaban en el complejo de Wang Fuk Court, la mayoría como empleadas domésticas. Las autoridades continúan verificando la identidad de las víctimas mientras equipos forenses procesan los restos recuperados.
Filipinas, por su parte, reportó trece trabajadoras domésticas desaparecidas, aunque hasta el momento no ha confirmado muertes entre sus nacionales.
Este sábado, más de 600 agentes culminaron el registro de los dos edificios más afectados por el fuego sin encontrar nuevos restos mortales, pese a que aún se desconoce el paradero de aproximadamente 150 residentes. La magnitud del incidente lo convierte en uno de los peores desastres residenciales en la historia reciente de Hong Kong.
La investigación sobre las causas del incendio sigue en curso. De los ocho detenidos inicialmente, tres —dos directores y un consultor de ingeniería de la empresa Prestige Construction & Engineering, encargada de obras de renovación en el complejo— fueron puestos en libertad bajo fianza en las últimas horas.
El director de los servicios de bomberos de Hong Kong, Andy Yeung, adelantó que los sistemas de alarma de los ocho bloques residenciales “podrían no haber funcionado correctamente”, apuntando a posibles fallas de seguridad. Las autoridades prevén sanciones para los contratistas responsables de los sistemas contra incendios.
La tragedia también provocó reacciones en la China continental. El Consejo Estatal de Seguridad Laboral ordenó una campaña nacional de inspección y control de riesgos en edificios residenciales y públicos, especialmente aquellos en procesos de renovación. Las medidas incluyen verificar el uso adecuado de andamios de bambú, mallas ignífugas y sistemas de alerta operacionales.
Wang Fuk Court, construido como proyecto de vivienda social en la década de 1980, aloja a una población envejecida: más de un tercio de sus residentes superan los 65 años. Muchos vivieron allí durante décadas y lo perdieron todo en cuestión de horas, mientras las autoridades tratan de dar respuesta a los cientos de afectados y esclarecer las causas detrás de uno de los incendios más letales en la región.