Un mes antes de transicionar, Wyatt de Jesús Casanova culminó una experiencia formativa con más jóvenes queer donde consiguió el apoyo y la confianza para expresarse a través de la experimentación con su vestimenta y los recursos para facilitar un cambio de nombre.
Esas experiencias e interacción con pares de las comunidades lesbiana, gay, bisexual, trans o queer (LGBTQ+), en un campamento organizado por True Self Foundation, fueron clave para sentirse cómodo en sí mismo a sus 18 años.
Recordó que, en esa primera edición, celebrada hace tres años en San Juan, llegó con miedo por la novedad de rodearse con más personas similares. Oriundo de Hatillo, dijo que en el municipio hay mínima o ninguna visibilidad y persiste el tabú hacia la identidad de género. Pero la experiencia le permitió “expresarme como yo quería”.
La actividad final del campamento consistió de un ballroom, un evento tipo pasarela donde los participantes visten según el tema asignado, que se utiliza como máxima expresión única, al dar paso a vestimentas elaboradas, preparadas con antelación para impresionar a los asistentes. En este, la temática fue del prom al estilo propio, y Wyatt asumió su preferido: un atuendo negro formal, acompañado con una capa invertida que desplegaba la bandera trans.
“Llegabas como tú podías, que te sintieras jayao. Veías cada uno caminando con sonrisas. Me llenó mucho. En ese momento, no me sentí solo”, compartió en llamada con Metro Puerto Rico.
“Algo que me llevo [de esa experiencia] fue expresarme como yo quería. Me expuse a ser vulnerable dentro de la comunidad”.
El joven universitario reconoció la importancia de esos espacios de congregación para la autoexpresión y destacó otros proyectos liderados por hombres trans, como Paso Libre, que convoca personas a hacer ejercicio los fines de semana, y el negocio Sabor Arte Picnic en San Juan. Ambos promueven una mayor accesibilidad para realizar conexiones entre pares en un entorno seguro, que, a Wyatt, le ha costado años conseguir.
