La fritura más emblemática del pueblo trujillano vuelve a ser protagonista este fin de semana con la edición número 40 del Festival del Macabeo, a celebrarse del 12 al 14 de diciembre de 2025 en el estacionamiento frente al Centro de Gobierno Municipal, en el barrio Pueblo. El evento, que honra una de las joyas culinarias de Puerto Rico, reunirá música, artesanos, kioscos, machinas y el sabor inconfundible del macabeo, preparado por manos que conservan la tradición desde generaciones.
“Serán tres días de fiesta en honor a nuestra fritura autóctona, el macabeo, que representa la historia, la tradición y el sabor de nuestro pueblo. Celebrar cuatro décadas de este festival es celebrar nuestra identidad trujillana y el trabajo de generaciones que han mantenido viva esta herencia culinaria. Invitamos a todos a disfrutar en familia de un programa variado que exalta lo mejor de Trujillo Alto”, expresó el alcalde, Hon. Pedro A. Rodríguez González.
El viernes 12, la festividad iniciará a las 5:30 p.m. con la apertura de kioscos, artesanos y machinas. A las 8:00 p.m. se realizará el acto de dedicatoria, seguido por la presentación de Luva a las 9:30 p.m. y el cierre musical del Reencuentro de los Sabrosos del Merengue a las 11:30 p.m.
El sábado 13, las actividades comenzarán a la 1:00 p.m. con la apertura de kioscos y artesanos. A las 2:30 p.m. subirá a tarima el Show de Niños Trotamundos, seguido por el Encuentro de Niños y Jóvenes Trovadores a las 4:00 p.m. La música continuará en la noche con Rumba Caliente a las 7:30 p.m., el trovador Julio César Sanabria a las 9:45 p.m. y Joseph Fonseca a las 11:30 p.m.
El domingo 14 cerrará con otro día lleno de actividades desde la 1:00 p.m. A las 2:30 p.m. se llevará a cabo la Copa Nacional de Trovadores “Casiano Betancourt”, seguida por un Tributo a Milly Quezada a las 7:30 p.m. El gran cierre estará a cargo de Charlie Aponte, prometiendo un final a la altura de cuatro décadas de celebración.
Más allá de la festividad, el macabeo conserva un profundo valor histórico y gastronómico. Esta fritura artesanal, hecha a base de masa de guineo y rellena de carne, surgió a principios del siglo XX en la mesa trujillana. Su creación se le atribuye a doña Carmen Romero, esposa de don Andrés Valcárcel, quien fue alcalde del municipio por 34 años.
Lo que comenzó como un alimento familiar se convirtió en un sustento económico para muchas familias del pueblo, marcando una tradición que aún hoy se preserva con orgullo. Las recetas han pasado de generación en generación, manteniendo la destreza e inigualable sabor que distinguen a este manjar autóctono.
