La opositora venezolana María Corina Machado aseguró este jueves que tiene la intención de volver a Venezuela tras recibir el Premio Nobel de la Paz en Oslo, adonde llegó tras casi un año en paradero desconocido luego de las elecciones presidenciales de 2024, en las que su candidatura fue rechazada y la oposición respaldó a Edmundo González.
En una rueda de prensa junto al primer ministro noruego, Jonas Gahr Store, Machado afirmó que no cree que las autoridades venezolanas supieran dónde se encontraba durante este periodo. Sostuvo que, de haberlo sabido, “hubieran hecho todo lo posible” para impedir su viaje. Añadió que, cuando regrese al país, si el Gobierno permanece en el poder, volverá a “estar con su gente” y aseguró: “No sabrán dónde estoy”.
Machado explicó que llevaba “semanas” pensando en reencontrarse con su familia en Oslo por la ceremonia de entrega del Nobel, a la que finalmente no llegó a tiempo. Aseguró que representa a “millones de madres” que desean abrazar a sus hijos y reiteró que acudió a recibir el premio en su nombre.
La opositora sostuvo que “cuando luchas por la libertad, luchas por la humanidad” y afirmó que, cuando su movimiento “gane”, Venezuela será “un ejemplo” para los países sin libertad.
Ante una pregunta sobre una posible invasión estadounidense del país, Machado respondió que “Venezuela ya ha sido invadida” por agentes rusos, agentes iraníes y “grupos terroristas como Hezbolá y Hamás”, que —según dijo— operan coordinados con el Gobierno. Señaló también la presencia de “guerrillas colombianas” y “cárteles de drogas”, a los que acusó de participar en el tráfico de personas y prostitución.
Machado afirmó que estos grupos han convertido Venezuela en “el centro del crimen de América” y denunció que el régimen se sostiene sobre un sistema represivo “muy bien financiado” mediante ingresos del tráfico de drogas, el mercado negro de petróleo, el tráfico de armas y el tráfico de personas. “Hay que cortar esos flujos”, afirmó.
Aseguró que el Gobierno mantiene su poder únicamente a través de la “violencia y terror” y pidió a la comunidad internacional cortar las fuentes que lo financian. Añadió que los regímenes que apoyan a Nicolás Maduro han convertido Venezuela en el centro de sus operaciones en América Latina.
NORUEGA, UN EJEMPLO
Machado defendió que, una vez Venezuela “sea libre”, el país podrá convertirse en una oportunidad para la democracia. Afirmó que no puede haber democracia sin libertad y definió esta última como “una decisión individual y racional”.
Señaló que la valentía surge de proteger aquello que se ama y afirmó: “La paz es, a fin de cuentas, un acto de amor”. Dijo que la mueve el amor de “millones de venezolanos” por su país, la libertad y sus hijos, y prometió trabajar por una nación con “dignidad, justicia y responsabilidad”.
La opositora expresó su “gran admiración” por la democracia noruega y apuntó que ambos países comparten recursos naturales. Elogió el modo en que Noruega los ha gestionado “en beneficio de su pueblo”.
Aseguró que Venezuela puede convertirse en un “nudo energético, tecnológico y democrático de América” y afirmó: “Contamos con ustedes. Espero con ansia el día en que les acojamos en un país brillante, democrático y libre”.
