El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, aseguró que este miércoles entregará a los miembros del Comité de Servicios Armados del Congreso el vídeo sin editar del primer ataque en el Caribe contra una supuesta narcolancha, en el que se ejecutó un segundo bombardeo sobre los supervivientes.
Hegseth busca responder a las presiones de congresistas demócratas y republicanos que han exigido acceso a las imágenes ante la posibilidad de que se hubieran cometido crímenes de guerra durante estas operaciones, que han dejado más de 90 muertos.
Tras reunirse con el secretario de Estado, Marco Rubio, Hegseth aclaró que el vídeo, por su carácter “ultrasecreto”, no puede compartirse públicamente sin edición, según informó Bloomberg.
Los congresistas recibirán también un dosier informativo del almirante Frank Bradley, quien supervisó la operación del 2 de septiembre y ordenó un segundo ataque que mató a dos personas que habían sobrevivido al primero, en el que murieron otros nueve.
Según The Washington Post, Hegseth habría dado una orden verbal de matar a todos los tripulantes de la embarcación, lo que podría constituir un crimen de guerra, dado que la Armada prohíbe ataques dirigidos contra supervivientes.
El secretario de Defensa niega irregularidades, mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reaccionado con molestia a las preguntas de la prensa y reiteró que cualquier decisión sobre estas imágenes corresponde a Hegseth y al Pentágono.
La semana pasada, un grupo de congresistas de ambos partidos lanzó un ultimátum al Pentágono para que publicara las imágenes, advirtiendo que en caso contrario bloquearían hasta un 74% del presupuesto destinado a viajes del Departamento de Defensa.
Desde aquel primer bombardeo, Estados Unidos ha realizado una veintena de ataques contra supuestas narcolanchas en el Caribe y el Pacífico, en el marco de una campaña contra el tráfico de drogas vinculada a la salida de Nicolás Maduro de Venezuela. En las últimas horas se confirmaron tres nuevos ataques, con ocho muertos adicionales, elevando el número de víctimas a más de 90 en tres meses.
