Más de la mitad de los apagones que afectan a Puerto Rico están relacionados con la falta histórica de manejo de vegetación, mientras la escasez de capacidad y reservas obliga al sistema eléctrico a recurrir cada vez más a apagones programados para evitar colapsos mayores, concluye un informe independiente sobre el Plan Fiscal 2025 de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE).
El estudio, preparado por la firma de ingeniería EnerNex, describe un sistema que combina dos vulnerabilidades críticas: corredores eléctricos invadidos por vegetación y una red operando con márgenes mínimos de reserva. “La vegetación contribuye a más del 50% de los apagones en Puerto Rico”, afirma el informe, al señalar que esta condición convierte las interrupciones del servicio en un evento cotidiano.
El informe —con fecha de noviembre pasado— se incluyó en el boletín más reciente de la Junta de Supervisión Fiscal.
Un problema visible y persistente
Según el análisis, décadas de abandono en el manejo de derechos de paso y servidumbres provocaron que árboles y ramas invadieran líneas de transmisión y distribución en todos los niveles de voltaje. Subestaciones cubiertas por vegetación y accesos limitados a instalaciones eléctricas formaban parte del estado general del sistema.
“El grado de sobrecrecimiento observado es incompatible con la operación confiable de un sistema eléctrico moderno”, señala el informe, al advertir que la vegetación representa una amenaza permanente, no un riesgo ocasional asociado a tormentas o huracanes.
A este problema se suma la falta de capacidad y reservas de generación, que limita la capacidad del sistema para absorber fallas inesperadas. EnerNex explica que, en un sistema aislado como el de Puerto Rico, la ausencia de reservas suficientes obliga a desconectar carga de forma deliberada cuando ocurren averías significativas.
“El sistema está operando al límite de lo que razonablemente puede esperarse de una red confiable”, indica el informe, al describir un escenario en el que cualquier falla adicional puede desencadenar apagones en cascada.
Apagones programados como herramienta operativa
El informe advierte que, ante esta realidad, los apagones programados se están convirtiendo en una herramienta cada vez más frecuente para manejar la escasez de electricidad disponible. “Lo que históricamente se consideraba un recurso de último recurso está camino a convertirse en una práctica operativa regular”, señala EnerNex.
Según el análisis, esta tendencia será más marcada durante los meses de mayor demanda, cuando el sistema carece de flexibilidad suficiente para responder a picos de consumo sin interrumpir el servicio a parte de los clientes.
La magnitud del problema llevó incluso a la intervención del gobierno federal. Tras apagones generalizados ocurridos en años recientes, se ordenaron medidas de emergencia para exigir la limpieza urgente de corredores de transmisión de alto voltaje, al identificar la vegetación como un factor crítico de riesgo para la estabilidad del sistema.
El informe subraya que una proporción significativa de estas interrupciones pudo haberse evitado con un manejo adecuado y continuo de la vegetación.
Un reto que no se resuelve con acciones aisladas
EnerNex reconoce que el Plan Fiscal 2025 plantea un cambio de enfoque al tratar el manejo de vegetación como una función permanente de confiabilidad. Sin embargo, advierte que el éxito de esta estrategia depende de contar con recursos estables y sostenidos.
“El manejo efectivo de vegetación requiere continuidad y no puede depender de acciones puntuales o fondos temporeros”, señala el informe, al advertir que, sin una inversión constante, los apagones seguirán formando parte de la vida diaria en Puerto Rico.
