Los sorrullos de maíz no solo se pueden servir en una fiesta de Navidad boricua, sino que quedan perfectos y encajan de manera natural con el espíritu de la temporada.
En Puerto Rico, la Navidad se vive alrededor de la mesa, y los sorrullos representan ese apertivo reconfortante que conecta generaciones.
Son ideales como picadera para compartir mientras suena la música navideña, llegan los invitados o se sirve el coquito.
Además, combinan muy bien con otros clásicos de la época como pasteles, morcilla, pernil o incluso una tabla de quesos locales.
Puedes servirlos solos, rellenos de queso o acompañados de una salsa ligera, desde mayoketchup hasta un alioli de ajo, y quedan espectaculares.
Más allá del menú, los sorrullos evocan hogar, tradición y ese “calorcito” tan nuestro que define la Navidad boricua.
Así que sí: poner sorrullos en la mesa es un sí rotundo, y probablemente uno de los más celebrados por los invitados.
