Un ataque con misil ruso provocó un incendio en la ciudad ucraniana de Sumy el sábado, mientras las fuerzas ucranianas seguían avanzando hacia la región fronteriza rusa de Kursk.
Dos personas resultaron heridas en el ataque de Sumy, que también causó daños en coches y edificios cercanos, informó el Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania. El ataque involucró un misil de crucero Iskander-K y una bomba aérea.
Las fuerzas aéreas ucranianas también informaron haber derribado 14 drones rusos durante la noche, algunos de ellos sobre la región de Kiev.
Mientras tanto, continuaron los combates en la región rusa de Kursk, donde se han desplegado tropas ucranianas desde el 6 de agosto en un intento de desviar la atención militar del Kremlin de la línea del frente en Ucrania.
Alexander Kots, corresponsal militar del diario pro-Kremlin Komsomolskaya Pravda, dijo que la presión ucraniana en Kursk “no se está debilitando todavía”.
“En las principales secciones del frente desgarrado, la situación se ha estabilizado. Pero hay zonas en las que el enemigo sigue intentando ampliar su cabeza de puente”, escribió en su canal de Telegram.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, dijo el viernes que Ucrania había destruido un puente sobre el río Seim en el distrito de Glushkovsky con cohetes HIMARS de fabricación estadounidense, marcando su primer uso en la región de Kursk.
La declaración de Zakharova no pudo ser confirmada de forma independiente, aunque el Instituto para el Estudio de la Guerra, un centro de estudios con sede en Washington, afirmó que las imágenes geolocalizadas publicadas el 16 de agosto mostraban que el puente se había derrumbado tras el ataque.
Los blogueros militares rusos dijeron que la destrucción de los puentes impediría la entrega de suministros a las fuerzas rusas, pero no las cortaría por completo.
“Nadie ha cancelado los pontones”, dijo Kots, subrayando que el río Seim es más pequeño que las vías fluviales ucranianas como el río Dniéper. “Y todavía hay puentes más pequeños”.
Rusia ha visto incursiones anteriores en su territorio durante la guerra, pero la de Kursk es notable por su tamaño, velocidad, la supuesta participación de brigadas ucranianas curtidas en batalla y el tiempo que han permanecido dentro de Rusia. Según los analistas militares occidentales, hasta 10.000 soldados ucranianos están implicados.