La explosión de la era digital dejó interacciones entre las leyendas de la tecnología y los nuevos usuarios, que hoy son vistas como hechos insólitos. Steve Jobs respondía directamente las quejas con las primeras computadoras de Apple y las personas que lograron recibir un mensaje del genio co-fundador de la empresa de la manzana mordida, lo guardan como uno de sus tesoros más preciados.
La historia de esta reseña es algo similar al preámbulo con el que iniciamos. Corría el año 1996 y la gente de Microsoft realizaba una actualización de uno de sus programas más icónicos: el Office que pasaba de la versión 7.0 a la 8.0. Una era del Windows 95 y la otra de Windows 97.
En ese entonces, un empleado de tecnología de una empresa minorista de alimentos ejecutó las actualizaciones en alrededor de 100 computadoras. Pero el caos se apoderó de su mente, cuando se encontró con un error irreversible en el Excel.
¿Qué estaba pasando? Que los archivos que pasaban de Windows a Mac (o viceversa) se abrían con errores ilegibles, pero al volver al sistema operativo original ya no volvían a abrir de manera correcta. Imaginen esto en alrededor de 100 máquinas, con información de ventas de toda una empresa. El puesto de este empleado IT estaba en riesgo, recuerda GenBeta.
Le voy a mandar un correo a Bill Gates expresando mi molestia
Al no encontrar solución alguna, el empleado mandó un correo a la dirección billg@microsoft.com, que para ese entonces se decía que era de Bill Gates. Expresó su molestia por la eventualidad que estaba atravesando. Señaló a Microsoft y a su co-fundador de usar a las pequeñas empresas como laboratorios para probar sus experimentos tecnológicos.
Después de 48 horas, este empleado recibió un llamado telefónico de los representantes de Microsoft dispuestos a solventar su inconveniente. Mandaron nuevos disquetes con una nueva actualización que se instaló de forma satisfactoria y les pidieron disculpas por las molestias ocasionadas.
El IT dice que nunca había visto a alguien con tanta vocación a ayudarlo, por lo que presume que fue una orden directa de Bill Gates, lo que por consecuencia significa que el magnate recibió su correo.