WEST PALM BEACH, Florida, EE.UU. (AP) — El hombre sospechoso de intentar atentar contra Donald Trump fue instruido el lunes de cargos federales de armas de fuego.
Ryan Routh ha compareció por primera vez ante un tribunal federal y durante una audiencia de ocho minutos, los fiscales le imputaron dos cargos: posesión de un arma de fuego por parte de un delincuente convicto y posesión de un arma de fuego con un número de serie borrado.
Las autoridades dijeron que Routh podría enfrentar hasta 15 años de prisión si es declarado culpable del primer cargo, y una posible sentencia de cinco años por el segundo cargo.
Se ha programado una audiencia de fianza para el 23 de septiembre, y una audiencia de causa probable o lectura de cargos para el 30 de septiembre, dependiendo de si el gobierno logra una acusación formal por los cargos.
Trump fue blanco el domingo de lo que según el FBI “parece ser un intento de asesinato” en su club de golf en West Palm Beach, Florida, apenas nueve semanas después de que el candidato presidencial republicano sobreviviera a otro atentado contra su vida. El expresidente dijo que estaba a salvo y bien, y las autoridades detuvieron a un hombre.
Agentes del Servicio Secreto de Estados Unidos, apostados unos hoyos más arriba de donde jugaba Trump, vieron la boca del cañón de un fusil tipo AK asomando entre los arbustos que bordean el campo, a unas 400 yardas de distancia.
Un agente disparó y el agresor soltó el fusil y huyó en una camioneta SUV, dejando atrás el arma de fuego junto con dos mochilas, una mira telescópica utilizada para apuntar y una cámara GoPro, dijo el jefe policial del condado Palm Beach, Ric Bradshaw. El hombre fue detenido más tarde en un condado vecino.
Tenía una actitud tranquila y no mostró emociones cuando la policía lo detuvo, ni hizo preguntas sobre por qué lo detenían, dijo jefe policial William Snyder.
“Nunca preguntó: ‘¿de qué se trata esto?’ Obviamente, policías con armas largas, luces de patrullas, muchas cosas pasando. Nunca lo cuestionó”, señaló.
Los registros muestran que Routh, de 58 años, vivió en Carolina del Norte la mayor parte de su vida antes de mudarse a Hawai en 2018. En 2020 hizo una publicación en redes sociales en la que respaldaba la reelección de Trump, pero en años recientes ha efectuado publicaciones en las que expresa su apoyo a Biden y Harris.
Routh intentó reclutar a soldados afganos que huían del Talibán para que combatieran en Ucrania, y pasó varios meses en ese país, según una entrevista con The New York Times el año pasado.
Se trata del episodio perturbador más reciente en un año de campaña marcado por una agitación sin precedentes. El 13 de julio, Trump recibió un disparo durante un mitin en Butler, Pensilvania, y la bala le rozó una oreja. Ocho días después, el presidente Joe Biden se retiró de la contienda presidencial, cediendo el paso a la vicepresidenta Kamala Harris para que se convirtiera en la candidata del partido.
El incidente generó nuevas preguntas sobre las operaciones de protección del Servicio Secreto después de que la agencia reconoció haber cometido errores en la prevención del intento de asesinato contra Trump este verano.
En un correo electrónico a sus partidarios, Trump dijo: “Hubo disparos cerca de mí, pero antes de que los rumores empiecen a descontrolarse, quería que escuchasen esto primero: ¡estoy a salvo y bien!”. Y añadió: “Nada me frenará. ¡No me rendiré nunca!”.
Regresó a Mar-a-Lago, su club privado en Palm Beach donde vive, según una persona familiarizada con los movimientos de Trump que no estaba autorizada a comentarlos públicamente y habló a condición de guardar el anonimato.
Por el momento no está claro si el incidente afectará su calendario de campaña. Para el lunes por la noche Trump tenía previsto hablar en vivo en la red social X sobre criptodivisas desde Florida, con motivo del lanzamiento de la plataforma de criptomonedas de sus hijos. El martes tenía programado celebrar una audiencia pública en Flint, Michigan, con su exsecretaria de prensa, la gobernadora de Arkansas Sarah Huckabee Sanders, seguida de un mitin el miércoles en Long Island, Nueva York.
Un correo electrónico a personal del equipo de campaña de Trump al que la AP tuvo acceso señaló: “Este no es un asunto que nos tomemos a la ligera. La seguridad de ustedes siempre es nuestra máxima prioridad. Les pedimos que se mantengan atentos en sus actividades diarias”.
“A medida que entramos a los últimos 50 días de la campaña del presidente Trump, debemos recordar que sólo podremos salvar a Estados Unidos de los que intentan destruirlo si trabajamos juntos como un solo equipo”, añadió.
El presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris fueron informados y Harris dijo en un comunicado que “la violencia no tiene lugar en Estados Unidos”.
Biden hizo eco de ese pensamiento en su propio comunicado, y dijo que le había pedido a su equipo asegurarse de que el Servicio Secreto “cuente con todos los recursos, capacidades y medidas protectoras necesarias para garantizar la seguridad continua del expresidente”.