El grupo multisectorial Queremos Sol, que aboga por la transformación del sistema eléctrico de Puerto Rico a uno a base de la energía renovable distribuida, criticó la propuesta de la candidata a la gobernación por el Partido Nuevo Progresista (PNP), Jenniffer González Colón, de promover el uso de gas metano e hidrógeno en la generación eléctrica como un paso a la transición a la energía 100% renovable para el 2050.
“Es falso que Puerto Rico necesite más gas natural o que este sea necesario para alcanzar las metas trazadas de energía renovable”, señaló el licenciado Pedro Saadé, abogado ambiental y miembro de la coalición Queremos Sol.
“Estas instalaciones de gas, así como su transporte, representan una amenaza inminente para comunidades, para nuestra economía y nos alejan de lograr los objetivos renovables”, agregó.
González Colón ha expresado en entrevistas con Metro Puerto Rico y en otros espacios su apoyo al uso de gas natural para diversificar las fuentes de generación energética en Puerto Rico y asegura que esto no le cuesta tanto al pueblo como otras alternativas renovables. Sin embargo, el doctor Agustín Irizarry Rivera, profesor de ingeniería eléctrica de la Universidad de Puerto Rico Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) y portavoz de Queremos Sol, indicó que esto es “incorrecto”.
“Los datos y los estudios comprueban que un sistema basado en energía solar fotovoltaica desplegada en los techos de las casas y en comercios de Puerto Rico, respaldado por almacenamiento con baterías, como propone Queremos Sol, reduciría los costos totales del sistema. Además, el consumidor tendría una tarifa estable, a diferencia de las tarifas basadas en combustibles fósiles y gas natural, cuyos costos están sujetos a los vaivenes del mercado y su disponibilidad depende de importaciones”, explicó el profesor Irizarry Rivera.
Según el estudio de modelaje y mapa de implementación realizado por la organización sin fines de lucro CAMBIO, miembro de Queremos Sol, el plan para transformar el sistema eléctrico actual hacia la energía solar en techos con respaldo de baterías es viable, resiliente y menos costoso que la dependencia en combustibles fósiles. Esto protegería los terrenos agrícolas de proyectos fotovoltaicos de escala industrial que amenazan la seguridad alimentaria. Además, el acceso no se limitaría solamente a quienes tienen el privilegio de pagar altos costos para poner paneles solares en sus hogares por su cuenta.
Según Queremos Sol, urge a utilizar una parte de los $19,000 millones de dólares en fondos federales asignados al sector eléctrico para esta transformación energética y alcanzar el 75% de energía renovable distribuida en 15 años. No obstante, de utilizar los fondos para perpetuar el sistema centralizado y convertir plantas de generación existentes a gas natural o desarrollar nuevas plantas de gas natural, se continuaría retrasando la transformación del sistema a uno a base de energía renovable distribuida.
El pasado mes, Queremos Sol envió cartas a todos los candidatos a la gobernación solicitando que se comprometieran con adoptar el plan como su política pública energética de ser electos.
“Es claro que Jenniffer González ni siquiera ha contemplado la alternativa viable y resiliente de Queremos Sol y continúa favoreciendo los intereses de empresas privatizadoras como New Fortress Energy, que apoya la importación de gas natural y está a cargo de la generación eléctrica en Puerto Rico a través de Genera PR”, expresó la ingeniera Ingrid Vila Biaggi, presidenta de CAMBIO y portavoz de Queremos Sol.