El representante José Aponte Hernández anunció este martes que presentará un proyecto en la próxima asamblea legislativa que busca enmendar la Ley 74 del 6 de abril de 2006 para aumentar la aportación que realiza el Hipódromo Camarero al Programa de Ayuda a Jugadores Compulsivos de Puerto Rico (PAJC) de $250,000 a $500,000 anuales.
Aponte Hernández dijo en declaraciones escritas que la industria del “sport betting” generó $186 millones en el 2023 y que eso se añadió a las ganancias del operador, en este caso, el Hipódromo Camarero. Señaló, además, que la “Ley del Programa de Ayuda a Jugadores Compulsivos de Puerto Rico” fue creada hace 18 años y que amerita ser revisada.
“De acuerdo con múltiples estudios, en Puerto Rico existen alrededor de 55,000 ciudadanos con adicción a los juegos de azar. Para combatir este terrible mal social que tanto sufrimiento le causa a las familias, se implementó la Ley 74 de 2006 y en la misiva se estipuló que la empresa que administra la jugada del pool en las carreras de caballos tendrá que desembolsar $250,000 anuales para el PAJC. Recordemos que en ese momento no existían las apuestas sobre deporte (sport betting). Ahora sí, y el hipódromo tiene licencia para terminales de estas apuestas en agencias hípicas, así como sus propias facilidades”, comentó el representante por acumulación.
De la misma forma, el líder novoprogresista pidió, nuevamente, a la gerencia del Hipódromo Camarero Race Track que pague la deuda que tiene con el PAJC, la cual asciende a $2.5 millones.
“Se presentará otra enmienda la cual sanciona al Hipódromo Camarero si incumple con el pago anual para el PAJC. En la primera infracción, la multa sería de hasta el 20 por ciento de la cuantía a pagar, en la segunda violación conlleva la suspensión temporera de la licencia para los sistemas de apuestas deportivas y, en la tercera violación, conllevaría la cancelación permanente”, abundó.
El representante del Partido Nuevo Progresista (PNP) sostuvo que el asunto es uno de “salud” y que a la gerencia de Hipódromo Camarero “no le importa el bienestar de la gente”.
“Esto es un asunto de salud que se tiene que atender. La adicción al juego es un problema de salud mental y de control de impulsos. Controla a la persona, como la droga, pues el juego se convierte en lo más importante de su vida. De hecho, está comprobado que la adicción al juego es más costosa y difícil de superar que para el adicto a sustancias controladas. Por eso, nos parece inaceptable que el Hipódromo Camarero rehuya a su responsabilidad, establecida bajo la Ley 74, de pagar al programa. Esto lo que deja entrever es que la actual administración de esas facilidad no le importa el bienestar de la gente, pero eso se va a terminar en el 2025 cuando, armados con este proyecto de ley, se les imponga sanciones reales y concretas ante cada incumplimiento”, sentenció.