Este lunes, y luego de más de 35 años, Erik y Lyle Menéndez aparecerán durante una audiencia judicial que permitiría presentar su caso nuevamente ante el sistema judicial de Los Ángeles.
El dúo, condenados a cadena perpetua por la muerte de sus padres, José y “Kitty” Menéndez, buscarán ahora la revisión de sus condenas luego de que se hallara evidencia a favor de los hermanos.
De hecho, la solicitud de hábeas corpus por parte de los abogados de estos se da luego de argumentar que durante el juicio original se violaron derechos constitucionales al no permitir que testificaran sobre los abusos físico, sexuales y emocionales sufridos.
El caso, que ganó notoriedad por su cobertura mediática y recientemente por una serie de la plataforma Netflix, podría dar un giro a la vida de los Menéndez.
Lyle Menéndez, quien tenía 21 años al momento del parricidio, y Erik Menéndez, quien tenía 18, admitieron haber matado a tiros a su padre, Jose , empresario del mundo del espectáculo, y a su madre, Kitty. Los hermanos dijeron que temían que sus padres estuvieran a punto de matarlos para evitar que la gente descubriera que Jose había abusado sexualmente de Erik durante años.