Un frente amplio de sobre 70 organizaciones LGBTQ+ y aliadas se opuso y a su vez exigió vistas públicas para una medida legislativa que de ser aprobada, legalizaría la discriminación en la Puerto Rico.
La medida del senador Rivera Schatz utiliza como excusa la libertad religiosa, que no necesita ser legislada porque ya está protegida por la Constitución de Puerto Rico, aseguraron.
“Hoy nos unimos para expresar nuestra oposición al Proyecto del Senado 1, pues es innecesario ya que la libertad religiosa está protegida por nuestra Constitución, por lo que no necesita legislación adicional. Esta medida no tiene otro valor que no sea dar licencia para discriminar bajo el pretexto de la libertad religiosa. Es nuestro deber alertar a la ciudadanía sobre esta medida que es innecesaria, peligrosa y un intento burdo por complacer a un sector fundamentalista en menosprecio de otros sectores de nuestra sociedad”, sostuvo Pedro Julio Serrano, presidente de la Federación LGBTQ+ de Puerto Rico y portavoz del grupo.
Serrano destacó que a pesar de la oposición al proyecto, sometieron enmiendas “de buena fe” y que buscan que la medida no pueda ser usada para discriminar.
El proyecto del Senado 1 establece la ley del derecho fundamental a la libertad religiosa en Puerto Rico, que a juicio de Serrano, otorga “licencia para discriminar” a los empleados públicos y a profesionales reguladas por el estado.
Durante la conferencia de prensa hubo representación del sector religioso, como la pastora Nixie Ramos de la Iglesia Cristo Para Todes.
“Como cristiana, Jesús nos enseñó que quienes entran primero en su reino, son aquellas personas que la sociedad margina y vulnera. Jamás podemos utilizar nuestras creencias para negarle un servicio a una persona que no profese nuestra fe. Por eso, como líder de fe, me opongo a este proyecto que es lo opuesto al amor, la empatía y la compasión a la que somos llamados las y los cristianos”, afirmó.
También se planteó que la medida es contraria a la igual protección de las leyes. “El estado tiene la responsabilidad de proteger los derechos fundamentales de todos por igual y asegurar el acceso justo a los servicios esenciales que está obligado a brindar. Es por eso que estamos unidos en pedir vistas públicas para elevar los peligros que representa este proyecto de ley y lograr que la legislatura haga lo correcto”, señaló Frankie Miranda, presidente de Hispanic Federation.
El grupo advirtió que la medida de Rivera Schatz representa un peligro para las minorías ya que abre la puerta al discrimen contra las personas de cualquier servidor público que se niegue a dar un servicio por su creencia religiosa.
“Esta medida es tan amplia que no se podrá cuestionar creencia religiosa alguna y a su vez permitiría todo tipo de discrimen en contra de cualquier persona”, dijo, por su parte, Carmen Milagros Vélez Vega, también portavoz del frente.
“El primer proyecto de ley a considerarse por el nuevo Senado no atiende ningún problema en Puerto Rico. Por el contrario, atiende la astuta fluctuación de votos entre el PNP y Proyecto Dignidad. He ahí la consolidación de una nueva y frágil ‘alianza’ entre la nueva y vieja derecha puertorriqueña; una que instrumentaliza la religión como ‘caballo de fuerza’ discriminatoria. La ironía les está servida; y es que la figura de Jesucristo, central en la cristiandad, profetizó a favor de las personas marginadas y vulneradas; no como requisito de cumplimiento, sino como columna vertebral de transformación. Resulta alarmante el que dos compinches políticos en competidora alianza prefieran hacer de esta isla un chiquero moral, antes de probarse en los issues reales”, dijo por su parte el doctor Juan F. Caraballo-Resto, antropólogo y Catedrático de la Universidad de Puerto Rico y portavoz del frente.