El presidente estadounidense, Joe Biden, y la vicepresidenta, Kamala Harris, acudieron a sus redes sociales este lunes para enviar sus últimos mensajes a la ciudadanía.
“Ha sido el honor de nuestras vidas servirles a ustedes, el pueblo estadounidense”, escribieron el presidente y la vicepresidenta en mensajes idénticos en la red social X (antes conocido como Twitter).
Ambos mensajes iban acompañados de retratos de Biden, la primera dama Jill Biden, Harris y el segundo caballero Doug Emhoff.
It has been the honor of our lifetimes to serve you, the American people. pic.twitter.com/OvrCIyWBd3
— President Biden (@POTUS) January 20, 2025
It has been the honor of our lifetimes to serve you, the American people. pic.twitter.com/mzZsuxW84B
— Vice President Kamala Harris (@VP) January 20, 2025
Donald Trump, quien superó juicios políticos, acusaciones criminales y un par de intentos de asesinato para ganar otro mandato en la Casa Blanca, llegó al Capitolio para asumir el cargo el lunes como el 47mo presidente de Estados Unidos, tomando el relevo mientras los republicanos toman el control unificado de Washington y se disponen a remodelar las instituciones del país.
Se espera que Trump actúe rápidamente después de la ceremonia, con decretos ya preparados para su firma para impulsar las deportaciones, aumentar las prospecciones de combustibles fósiles y reducir las protecciones para los trabajadores del gobierno.
Planea declarar el comienzo de “una emocionante nueva era de éxito nacional” como “una marea de cambio que barre el país”, según extractos de su discurso inaugural.
Las órdenes ejecutivas son el primer paso en lo que Trump llamará “la restauración completa de Estados Unidos y la revolución del sentido común”.
El frío está reescribiendo la pompa del día. La toma de posesión de Trump se trasladó al interior, a la Rotonda del Capitolio —la primera vez que esto ocurre en 40 años— y el desfile inaugural fue reemplazado por un evento en un estadio del centro. Las multitudes de seguidores de Trump que llegaron a la ciudad para ver la ceremonia inaugural ante la fachada oeste del Capitolio desde el National Mall tendrán que buscar otro lugar para ver los festejos.
“Necesitábamos un cambio. El país iba en la dirección equivocada en muchos aspectos, económica, geopolíticamente, tantos problemas sociales en casa”, dijo Joe Morse, de 56 años, de Nueva Jersey, quien se formó con sus hijos a las 11 p.m. del domingo y aseguró un lugar en el piso principal en el Capitol One Arena para ver una transmisión en vivo de la juramentación.
Trump comenzó el día junto a gran parte de su gabinete entrante con un servicio de oración en la Iglesia Episcopal de San Juan. Luego él y su esposa Melania fueron recibidos en el Pórtico Norte de la mansión ejecutiva por el presidente saliente Joe Biden y la primera dama, Jill Biden, para la recepción tradicional de té y café.
Fue un marcado contraste con la situación de hace cuatro años, cuando Trump se negó a reconocer la victoria de Biden o asistir a su investidura.
“Bienvenido a casa”, dijo Biden a Trump después de que el presidente electo salió del automóvil. Los dos presidentes, que han pasado años criticándose amargamente, compartieron una limusina camino al Capitolio.
Cuando Trump jure el cargo a mediodía, completará un regreso político sin precedentes en la historia estadounidense. Hace cuatro años, los votos le sacaron de la Casa Blanca durante un colapso económico causado por la mortal pandemia del COVID-19. Trump negó su derrota y trató de aferrarse al poder. Envió a sus seguidores a marchar sobre el Capitolio mientras los legisladores certificaban los resultados electorales, provocando un disturbio que rompió la tradición del país de la transferencia pacífica del poder.
“Estoy listo para un nuevo Estados Unidos”, dijo Cynde Bost, de 63 años, de Lake Havasu City, Arizona.
Ahora Trump será la primera persona condenada por un delito grave —falsificar documentos empresariales relacionados con pagos para silenciar denuncias en su contra— en servir como presidente. Prometerá “preservar, proteger y defender” la Constitución desde el mismo lugar que invadieron sus seguidores el 6 de enero de 2021. Ha dicho que uno de sus primeros actos en el cargo será indultar a muchos de los que participaron en asalto al Capitolio.
Ocho años después de haber entrado por primera vez a la Casa Blanca como un recién llegado a la política, Trump está mucho más familiarizado con el funcionamiento del gobierno federal y se ve respaldado para doblegarlo a su visión. Quiere traer cambios rápidos al país al restringir la inmigración, imponer aranceles a las importaciones y revertir las iniciativas climáticas y sociales de los demócratas.
Horas antes de la investidura, el presidente saliente Joe Biden emitió indultos preventivos a funcionarios actuales y anteriores que han sido objeto de la ira de Trump, protegiéndolos de la posibilidad de ser procesados. Biden dijo en un comunicado que “estas son circunstancias excepcionales y no puedo, en buena conciencia, no hacer nada”.
Trump ha prometido ir más lejos y moverse más rápido en la implementación de su agenda que durante su primer mandato, y los líderes políticos, empresariales y tecnológicos del país ya se han realineado para acomodarse a Trump. Los demócratas que una vez formaron una “resistencia” ahora están divididos sobre si trabajar con Trump o desafiarle. Los multimillonarios se han alineado para reunirse con Trump mientras reconocen su poder sin rival en Washington y su capacidad para manejar las palancas del gobierno para ayudar o perjudicar sus intereses.
Trump, quien pasó el sábado y domingo por la noche en la Blair House frente a la Casa Blanca, comenzará el lunes con un servicio de oración en la iglesia episcopal de San Juan. Luego él y su esposa Melania serán recibidos por el presidente, Joe Biden, y la primera dama, Jill Biden, para el té como es tradición. Es un marcado contraste con la situación de hace cuatro años, cuando Trump se negó a reconocer la victoria de Biden o asistir a su investidura.
Los dos hombres y sus esposas se dirigirán al Capitolio en una caravana conjunta antes de la juramentación.
El vicepresidente electo JD Vance jurará el cargo primero, tomando el juramento leído por el juez de la Corte Suprema Brett Kavanaugh sobre una Biblia que le fue dada por su bisabuela. Después irá Trump, que utilizará una Biblia familiar y la que usó el presidente Abraham Lincoln en su investidura de 1861 para jurar ante el presidente de la Corte Suprema, John Roberts.
Las celebraciones comenzaron el sábado, cuando Trump llegó a Washington en un avión gubernamental y vio un espectáculo de fuegos artificiales en su club de golf privado en un suburbio de Virginia. El domingo colocó una corona de flores en el Cementerio Nacional de Arlington y reunió a sus seguidores en el Capital One Arena del centro de Washington.
Un grupo de multimillonarios y gigantes tecnológicos que han buscado congraciarse con Trump y han donado generosamente a sus festividades inaugurales, como Elon Musk, Mark Zuckerberg y Jeff Bezos, estarán presentes.
También estará presente el jefe de TikTok, la popular aplicación de redes sociales de propiedad china considerada un riesgo para la seguridad nacional por Estados Unidos. Trump ha prometido levantar una prohibición efectiva sobre TikTok a través de una de las muchas órdenes ejecutivas que se espera sean emitidas el lunes en un intento del nuevo presidente de mostrar progresos rápidos.
En su mitin del domingo, Trump adelantó docenas de próximos decretos y prometió que “para cuando se ponga el sol” el lunes habrá firmado órdenes ejecutivas relacionadas con la seguridad fronteriza y la política migratoria, como la reactivación de la iniciativa de su primer mandato para cerrar el acceso a muchas nuevas entradas en el país amparándose en lo que se conocen como disposiciones de emergencia del Título 42.
Se esperan otras órdenes para permitir más perforaciones de petróleo y gas al revertir las políticas de la era Biden sobre producción de energía doméstica y rescindir la reciente directiva de Biden sobre inteligencia artificial.
Se planean más cambios para la fuerza laboral federal. Trump quiere deshacer los programas de diversidad, equidad e inclusión conocidos como DEI, exigir que los empleados regresen a la oficina y sentar las bases para reducir el personal.
“Esperen shock y asombro”, dijo el senador Ted Cruz, republicano por Texas.
“Lo que he estado instando al presidente, y a mis colegas, a hacer es mantenernos centrados en cumplir nuestras promesas”, dijo Cruz. “Y eso es lo que espero que vayamos a hacer”.
Con el control del Congreso, los republicanos también están trabajando junto con el gobierno entrante de Trump en legislación que revertirá aún más políticas del gobierno de Biden e instituirá sus propias prioridades.
“El presidente va a llegar con una ráfaga de órdenes ejecutivas”, dijo el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, republicano de Luisiana. “Y vamos a trabajar junto con la administración y al unísono”.