NUEVA YORK (AP) — La última vez que un jurado de la ciudad de Nueva York juzgó a Harvey Weinstein, el ex productor cinematográfico fue condenado por violación y sentenciado a 23 años de prisión.
Cinco años después, ese veredicto histórico del movimiento #MeToo ha desaparecido, anulado en apelación, y Weinstein se prepara para ser juzgado nuevamente, comenzando el martes con la selección del jurado.
El tribunal más alto de Nueva York, la Corte de Apelaciones, anuló la condena de Weinstein y ordenó un nuevo juicio, al encontrar que fallos inapropiados y testimonios perjudiciales contaminaron su juicio original en 2020.
Ese fallo le dio a Weinstein una segunda oportunidad para luchar contra los cargos y hacerlo en un ambiente diferente al de su primer juicio, que se llevó a cabo en medio de un ajuste de cuentas global sobre la mala conducta sexual.
Weinstein, de 73 años, quien se ha declarado inocente y niega haber violado o agredido sexualmente a alguien, es ahora más viejo y más frágil, entrando y saliendo del hospital regularmente por una variedad de problemas de salud. Ahora está muy alejado de cuando era uno de los hombres más poderosos en el negocio del cine.
Incluso si es absuelto, no quedará en libertad.
Weinstein también está apelando una condena por violación de 2022 en Los Ángeles. Su sentencia a 16 años de prisión en ese caso aún se mantiene, aunque sus abogados dijeron que necesita ser resentenciado porque la condena de Nueva York, ahora anulada, influyó en cómo se calculó su castigo.
Weinstein está siendo juzgado nuevamente por dos cargos de su juicio original. Se le acusa de violar a una aspirante a actriz en una habitación de hotel en Manhattan en 2013 y de realizar un acto sexual criminal al forzar sexo oral a una asistente de producción de cine y televisión en 2006.
También se le acusa de un cargo de acto sexual criminal basado en una acusación de una mujer que no formó parte del juicio original. Esa mujer, que ha pedido no ser nombrada públicamente, alega que Weinstein la forzó a realizar sexo oral en un hotel de Manhattan.
Hablando fuera del tribunal el martes, la abogada de esa acusadora, Lindsay Goldbrum, declaró que una cosa quedaría “claramente evidente” a partir del próximo testimonio de su cliente en el juicio: “Esto no fue consensuado. Esto fue una agresión sexual con fuerza”.
“Estoy segura de que habrá justicia en este caso”, indicó Goldbrum a los periodistas, añadiendo que su cliente estaba decidida a testificar. “Es importante para las mujeres en todas partes y para las personas que son víctimas de agresión sexual en todas partes que otros abran el camino y muestren su dedicación en esta lucha contra la agresión sexual”.
El juez Curtis Farber ha reservado al menos cuatro días para la selección del jurado. Las declaraciones de apertura y el inicio del testimonio están previstos para la próxima semana.
El juez, la fiscalía y la defensa tratarán de reducir el grupo de potenciales jurados a 18 personas —12 jurados y seis suplentes— necesarias para el juicio, haciendo preguntas y buscando eliminar a cualquiera que sientan que no puede juzgar el caso de manera imparcial.