Una inmensa nube de polvo del Sahara ha cubierto gran parte del Caribe en lo que constituye el evento más significativo de este tipo en lo que va de 2025.
La nube de polvo se extiende aproximadamente 2,000 millas desde Jamaica hasta más allá de Barbados y unas 750 millas desde las Islas Turcas y Caicos hasta Trinidad y Tobago. Esta concentración de polvo, medida en 0.55 de profundidad óptica de aerosol, es la más alta registrada este año, según informó Yidiana Zayas, pronosticadora del Servicio Nacional de Meteorología en San Juan a The Associated Press.
El fenómeno ha provocado molestias respiratorias en toda la región, con cielos brumosos que causan estornudos, tos y ojos llorosos. Las autoridades locales han emitido advertencias para que las personas con alergias, asma y otras afecciones respiratorias permanezcan en interiores o usen mascarillas al aire libre.
Se espera que la nube de polvo continúe su trayectoria hacia el oeste, alcanzando partes del sureste de Estados Unidos, incluyendo Florida, Luisiana, Alabama y Misisipi, a finales de esta semana.
El polvo del Sahara, transportado por la Capa de Aire Sahariana (SAL, por sus siglas en inglés), es una masa de aire muy seco y polvoriento que se forma sobre el desierto del Sahara durante la primavera tardía, el verano y el otoño temprano, y se desplaza sobre el Atlántico tropical cada tres a cinco días. Estas capas suelen ocupar una sección de la atmósfera de entre 1.2 a 1.5 millas de espesor, comenzando aproximadamente a una milla sobre la superficie terrestre.
Además de sus efectos en la salud, la SAL tiene un impacto significativo en el clima, ya que su aire seco y cálido puede suprimir la formación de ciclones tropicales al estabilizar la atmósfera y aumentar la cizalladura del viento, lo que interfiere con el desarrollo de tormentas.
Este evento recuerda al “Godzilla dust cloud” de junio de 2020, una nube de polvo del Sahara que batió récords y no se había visto en medio siglo.
Recomendaciones para la población:
- Permanecer en interiores, especialmente personas con afecciones respiratorias.
- Usar mascarillas al salir al exterior.
- Mantener cerradas puertas y ventanas para evitar la entrada de polvo.
- Utilizar purificadores de aire si están disponibles.