La Liga de Voleibol Superior Masculino (LVSM) de Puerto Rico enfrentará su temporada 2025 -que comienza hoy- sin jugadores refuerzos, luego de que la Federación Internacional de Voleibol (FIVB) confirmara su negativa definitiva a permitir la participación de extranjeros o atletas nativizados que requieran carta de transferencia.
La decisión, que revierte una autorización previa condicionada, ha generado frustración en la Federación Puertorriqueña de Voleibol (FPV) y preocupación entre los sectores que apuestan al crecimiento competitivo del torneo local. Según la FIVB, la medida responde a su política de proteger el calendario de competencias internacionales, dentro del cual se enmarca la LVSM de este año, reservada exclusivamente para selecciones nacionales.
El presidente de la FPV, el Dr. César Trabanco, no ocultó su inconformidad con la resolución del ente rector. “Es decepcionante recibir esta revocación cuando inicialmente habíamos contado con su autorización. Estoy convencido de que alguna liga o club presentó una querella alegando que nuestro torneo interfiere con el calendario internacional”, expresó.
La FPV, respaldada por la Confederación NORCECA y su presidente Cristóbal Marte, había agotado todos los recursos para revertir la decisión y permitir la inclusión de refuerzos. Sin embargo, los esfuerzos fueron en vano. El impacto no es menor: jugadores extranjeros y atletas puertorriqueños naturalizados que militan fuera del país no podrán incorporarse a la liga, lo que pone en entredicho la calidad competitiva del torneo.
Este revés plantea interrogantes sobre la capacidad de la LVSM para atraer público, elevar el nivel de juego y consolidar su lugar en el ecosistema deportivo local. Para una liga que ha dependido históricamente de figuras internacionales y talento importado para complementar el desarrollo local, el nuevo escenario representa un reto mayúsculo.
A pesar del tropiezo, la FPV aseguró que continuará apostando al desarrollo del voleibol puertorriqueño. Trabanco adelantó que explorarán nuevas estrategias para fortalecer los equipos con talento local y mantener la liga viva y relevante.
Mientras tanto, la comunidad voleibolística del país observa con expectativa y cierta desilusión, preguntándose si esta será una oportunidad para redefinir el torneo desde adentro o el inicio de una etapa más cuesta arriba para el voleibol masculino en Puerto Rico.