Desde hace un tiempo, Google viene cocinando algo grande con sus procesadores Tensor. Después de años en los que sus chips eran básicamente Samsung Exynos con un toque de personalización casera, la historia cambió con el Tensor G5: un procesador hecho 100% a medida por Google, y con grandes promesas de rendimiento.
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El salto del G5 al G6… y de Samsung a TSMC
La llegada del Tensor G5 con el Pixel 10 ya marcará un antes y un después, sobre todo porque no solo es diseño propio de Google, sino que también será fabricado por TSMC usando su nodo de 3 nm mejorado (N3E).
¿Traducción? Mejor rendimiento, menor consumo de energía y menos calor. Todo eso para que el Pixel 10 corra más rápido y más fresco.
Pero lo más jugoso viene en 2026, cuando el Pixel 11 podría estrenar el Tensor G6, fabricado nada menos que en un nodo de 2 nm. Y si eso se confirma, Google podría ser uno de los primeros fabricantes en lanzar un smartphone con este tipo de chip de nueva generación.
¿Quién llega primero a los 2 nm: Google o Samsung?
La carrera está reñida. Samsung podría adelantarse con sus Galaxy S26 y S26+, que se lanzarían a principios de 2026 con el Exynos 2600, también fabricado en 2 nm. Claro, siempre y cuando decidan no usar los últimos Snapdragon en su lugar. Porque si eso pasa, Google podría tomar la delantera con el Pixel 11 en agosto.
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De concretarse, el Pixel 11 no solo sería más potente y eficiente que nunca, sino que entraría en la historia como el primer smartphone con un chip de 2 nanómetros. Todo esto suena muy técnico, pero el impacto es sencillo: apps más rápidas, batería más duradera y menos calor en el bolsillo.