El presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, defendió el jueves la enmienda incluida en el Proyecto de la Cámara 1740, que propone cobrar el impuesto al inventario en el momento de la venta si, al finalizar el periodo de congelación de cinco años, no se ha identificado una fuente alterna de ingresos.
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Según el líder legislativo, la medida no representa un nuevo impuesto y su discusión ha sido distorsionada por sectores empresariales.
“En nuestra plataforma de gobierno se propuso congelar por cinco años el impuesto. Y ese es un compromiso que todos tenemos que cumplir, sin lugar a dudas. Pero la congelación es un remedio temporal para tratar de aliviar la carga y crear un balance entre lo que es la necesidad de los gobiernos municipales y lo que es la carga que tienen las empresas, los comercios en Puerto Rico”, expresó Rivera Schatz en el hemiciclo.
El legislador criticó a las organizaciones que han señalado públicamente que la enmienda representa una nueva carga contributiva.
“Es lamentable que algunas organizaciones profesionales, de empresarios y comerciantes, mientan descaradamente. Decirle al pueblo puertorriqueño que el impuesto al inventario, que ya se lo incluyen en el producto, en la mercancía que compramos todos los puertorriqueños… decir que es un impuesto nuevo es una mentira”.
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Rivera Schatz también argumentó que los comercios ya trasladan ese costo al consumidor final, por lo que el efecto económico ya está presente.
“El 100% de los costos y de los gastos de todas las empresas lo incluyen en el precio final que llega a la caja refrigeradora cuando el ciudadano la compra”, indicó.
De hecho, estas expresiones surgen luego de que la gobernadora Jenniffer González Colón rechazara públicamente esta semana que cualquier medida que conlleve nuevos impuestos no será firmada por ella y reiteró que solo avala la congelación del impuesto al inventario.
“Así es que habremos de discutir el impuesto alimentario y tendríamos, desde mi punto de vista, que buscar una alternativa porque primero no es un impuesto adicional, segundo no es algo que estén pagando los empresarios, lo está pagando la gente”, continuó el presidente del Senado.
“Podrán gritar, podrán decir lo que quieran decir, y nosotros tenemos el mejor ánimo de buscar una alternativa de consenso, pero no puede ser con demagogia”, concluyó.