La Cámara de Representantes aprobó este miércoles el proyecto fiscal impulsado por el presidente Donald Trump con una votación ajustada de 218 a favor y 214 en contra, en vísperas del Día de la Independencia.
Al igual que en el Senado —donde tres republicanos votaron en contra—, esta vez fueron dos legisladores conservadores quienes rompieron filas con el partido: Thomas Massie, de Kentucky, y Brian Fitzpatrick, de Pensilvania.
La legislación reduce impuestos, incrementa el gasto militar y refuerza la vigilancia migratoria, pero recorta drásticamente los fondos asignados al sistema de salud. Según estimaciones oficiales, alrededor de 12 millones de personas perderán su cobertura médica para el año 2034.
Los recortes a programas federales como Medicaid se convirtieron en un punto de fricción dentro del Partido Republicano, generando divisiones internas que tensaron las negociaciones hasta el último momento.
Jeffries lidera crítica con discurso de casi nueve horas
El líder de la minoría demócrata en la Cámara, Hakeem Jeffries, protagonizó una intervención histórica en el pleno al hablar durante 8 horas y 44 minutos en la madrugada y mañana del miércoles, en un esfuerzo por retrasar la votación y articular una oposición férrea al paquete fiscal. Inició su discurso a las 4:53 a.m. y lo concluyó a la 1:37 p.m., superando así el récord anterior de Kevin McCarthy en 2021.
Durante su ponencia, Jeffries acusó al Partido Republicano de legislar “al servicio de los intereses económicos más poderosos del país” y calificó el proyecto como un “asalto frontal contra la clase media trabajadora”. También denunció que la medida representa un desmantelamiento de décadas de avances sociales en salud pública y equidad fiscal.
“Este proyecto es un regalo fiscal para los multimillonarios, financiado con el sufrimiento de millones de familias que ahora quedarán sin acceso a un médico, a un tratamiento o a una esperanza de vida digna”, afirmó desde el hemiciclo.
Jeffries también citó informes independientes que anticipan un aumento del déficit de más de $900,000,000,000 en la próxima década como consecuencia de la ley, lo que, a su juicio, desmiente por completo la narrativa oficial del Ejecutivo sobre responsabilidad fiscal.
“Hoy no se celebra el patriotismo, sino la prioridad política de un solo hombre”, sentenció, en referencia directa al presidente Trump.
Críticas del FMI
El Fondo Monetario Internacional (FMI) también expresó su rechazo. Este jueves, la portavoz del organismo, Julie Kozack, advirtió que la nueva ley contradice las recomendaciones fiscales dirigidas por el FMI a Washington.
“Hemos sido claros al afirmar que Estados Unidos necesita reducir su déficit fiscal para encaminar su deuda pública, en relación con el PIB, hacia una trayectoria descendente”, declaró Kozack en conferencia de prensa. Subrayó que el gobierno debería considerar aumentos impositivos —incluso para la clase media— en lugar de promover recortes tributarios como los que contempla la nueva norma.