Un tribunal de apelación de Virginia dictaminó el martes que nunca se debió haber concedido a un marine estadounidense la adopción de una huérfana de guerra afgana y anuló la orden de custodia en la que se había basado para criar a la niña durante casi tres años. La decisión marcó un importante punto de inflexión en una reñida batalla por la custodia que tiene ramificaciones internacionales mucho mayores que el destino de una niña.
La decisión del tribunal de apelaciones asestó un duro golpe al mayor del Cuerpo de los Marines Joshua Mast en su lucha legal de años para mantener en custodia a la niña, que quedó huérfana en el campo de batalla de Afganistán en 2019.
Mast y su esposa, Stephanie, convencieron al juzgado de su ciudad natal, el condado rural de Fluvanna, Virginia, para que le concedieran la adopción de la niña, aunque ella permaneció en Afganistán mientras el gobierno de ese país localizaba a su familia extensa y la reunía con ellos. La familia huyó de Afganistán con otros miles de evacuados cuando los talibanes tomaron el poder en el verano de 2021. Una vez que la niña llegó a Estados Unidos, Mast se sirvió de los documentos del condado de Fluvanna para convencer a los funcionarios del gobierno federal de que se la quitaran a sus familiares afganos y se la entregaran a él.
Este mes cumple cinco años. Los Mast han insistido en que son sus padres legales y que “actuaron admirablemente” para salvar a una niña de una situación desesperada y peligrosa. La familia afgana, que impugnó la adopción de Mast, lleva casi tres años sin verla.
El destino de la niña sigue en el limbo. La decisión adoptada el martes por el tribunal de apelación no aclara a quién corresponde en última instancia la crianza de la niña, que por ahora permanece con la familia Mast. Ninguna de las agencias gubernamentales implicadas aclaró el martes cuáles serían los siguientes pasos, ni cuál sería su papel a la hora de determinar dónde debería vivir la niña mientras se libra la disputa legal restante.
Los Mast podrían apelar ante la Corte Suprema de Virginia y pedir que la decisión del martes no se ejecute a través de ese proceso.
El tribunal ha prohibido a todas las partes implicadas hablar con la prensa sobre este caso. Los abogados de los Mast y de la pareja afgana no devolvieron las llamadas telefónicas. Un abogado designado por el tribunal para representar los intereses de la niña, a la que se hace referencia en los registros judiciales como Baby Doe para proteger su identidad, tampoco respondió.