La Juventud del partido Movimiento Victoria Ciudadana (La Jota) rechazó este viernes la firma del Proyecto del Senado 350 por parte de la gobernadora Jenniffer González Colón, calificándolo como una “legislación discriminatoria” que atenta contra los derechos humanos de la juventud trans en la isla.
El Proyecto del Senado 350 o “Ley para la protección de la salud y el bienestar de los menores de Puerto Rico”, impulsado por el senador Thomas Rivera Schatz y convertido en ley esta semana, prohíbe el acceso a tratamientos de afirmación de género —como terapias hormonales o intervenciones quirúrgicas— a personas menores de 21 años, exclusivamente cuando estén relacionados con una transición de género o diagnóstico de disforia de género.
Según el comunicado de La Jota, esta prohibición “establece un precedente peligroso de interferencia punitiva en la relación médico-paciente”.
“La medida es arbitraria y profundamente discriminatoria”, sostuvo el colectivo, al señalar que estos mismos tratamientos continúan permitidos cuando se administran por otras razones médicas.
Además, denuncian que la ley desatiende advertencias de expertos en salud mental y endocrinología sobre los riesgos psicológicos que puede acarrear negar este tipo de atención a jóvenes trans.
Entre las posibles consecuencias, La Jota mencionó un aumento en los riesgos de autolesiones y otros desenlaces trágicos derivados del rechazo institucional.
También, apuntaron a la oposición de organizaciones científicas y médicas como la American Academy of Pediatrics, la American Medical Association, la Organización Mundial de la Salud y el Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico, todas las cuales respaldan los tratamientos de afirmación de género como parte de una atención médica ética y basada en evidencia.
“La ley no protege a nadie. Margina, condena y vulnera a quienes ya han sido históricamente invisibilizadxs”, advirtió el colectivo juvenil, acusando tanto a la gobernadora como al senador Rivera Schatz de promover “una política pública anti-ciencia, excluyente, discriminatoria y violenta contra la comunidad LGBTQI+”.
La Jota finalizó su pronunciamiento exigiendo la garantía de los derechos humanos de la juventud trans y defendiendo su derecho a existir, soñar y construir un futuro sin miedo. “Ser trans no es un delito. Ser joven y trans no es un riesgo. El verdadero riesgo es un gobierno que decide abandonar, castigar y oprimir a un colectivo por no compartir su ideología conservadora”, concluyeron.