El Departamento de Corrección y Rehabilitación confirmó que Elvia Cabrera Rivera y Anthonieska Avilés Cabrera, imputadas por el asesinato de Gabriela Nicolle Pratts en Aibonito, se encuentran bajo estrictas medidas de seguridad tras la circulación de una comunicación que se interpreta como amenaza contra sus vidas.
Durante una entrevista en Radio Isla, el secretario Francisco Quiñones explicó que madre e hija —de 40 y 17 años, esta última procesada como adulta— permanecen en celdas separadas dentro del Complejo Correccional de Bayamón, aisladas de la población general y bajo constante observación. Según detalló, esta decisión responde tanto a la naturaleza del delito como a la necesidad de prevenir incidentes tras la difusión en redes sociales de una supuesta carta atribuida a un grupo de confinados.
“No hemos corroborado que en efecto provenga de la población correccional, pero tenemos que tomar muy en serio cualquier expresión que pueda poner en peligro la seguridad de una persona bajo custodia”, indicó Quiñones.
El funcionario recalcó que no se trata de un privilegio, sino de un protocolo de seguridad que aplica en casos de alto riesgo. Las imputadas están en celdas con baño y reciben alimentos allí mismo. Ambas fueron evaluadas física y mentalmente al momento de su ingreso. El secretario del DCR indicó que madre e hija permanecerán bajo estas condiciones mientras avanza el proceso judicial.
“El Departamento de Corrección y Rehabilitación no es fiscal ni juez, somos custodios de las vidas de quienes entran al sistema. Nuestro deber es garantizar su seguridad y que puedan comparecer a los tribunales”, enfatizó el funcionario.
Las imputadas enfrentan cargos por asesinato en primer grado y violación al artículo 6.06 de la Ley de Armas, bajo la modalidad de común y mutuo acuerdo, con una fianza de 1 millón de dólares a cada una.
La vista preliminar en el caso está pautada para el lunes, 25 de agosto y será transmitida por los medios de comunicación.
La secretaria de Justicia, Lourdes Gómez, no ha descartado la radicación de más cargos relacionados con el crimen, lo que podría ampliar la cantidad de acusados procesados como adultos en este caso.
Durante la radicación de cargos contra Cabrera Rivera y Avilés Cabrera se observó un nutrido grupo de ciudadanos aglomerarse a las afueras del tribunal desde donde le gritaron asesinas.