La falta de confiabilidad de red eléctrica en Puerto Rico ha llevado cada vez a más personas a invertir en placas solares, al punto que actualmente más del 10 % de la energía eléctrica consumida en la isla se genera a través de estos sistemas instalados en techos.
Según datos de LUMA, operador privado de la red eléctrica, al mes de junio de 2025 se habían instalado cerca de 1.2 gigavatios (GW) en sistemas solares residenciales y comerciales bajo el programa de medición neta.
Los datos fueron analizados por el Institute for Energy Economics and Financial Analysis (IEEFA), un centro de investigación independiente con sede en Estados Unidos que se dedica a analizar temas relacionados con los mercados de energía, sus tendencias y políticas públicas. El análisis de IEEFA estima que estos sistemas producirán más de 1.8 gigavatios-hora de electricidad al año, lo que representa aproximadamente el 10.3 % del consumo total de el archipiélago, sin contar sistemas desconectados de la red, por lo que la cifra real podría ser aún mayor.
IEEFA destacó que la capacidad instalada en techos residenciales y comerciales se ha quintuplicado en apenas cuatro años y que durante el último año se sumaron casi 3,200 sistemas por mes. LUMA proyecta que la capacidad instalada alcanzará casi 2 GW a mediados de 2028. Actualmente, hay más de 163,000 instalaciones residenciales, lo que equivale al 12 % del universo de clientes residenciales de Puerto Rico.
La baja confiabilidad de la red eléctrica y la amenaza de apagones catastróficos, como el provocado por el huracán María en 2017, han llevado a miles de ciudadanos y comerciantes a instalar estos sistemas en sus propiedades. Entre 2023 y 2025, la frecuencia y duración de las interrupciones en la transmisión y distribución empeoraron, con indicadores muy por encima del promedio de Estados Unidos.
IEEFA señaló que aproximadamente el 83 % de los sistemas solares cuentan con almacenamiento en baterías, lo que les permite operar durante apagones y también apoyar a la red. En julio de 2025, LUMA utilizó estos sistemas para despachar un promedio de 40 MW durante las horas pico, ayudando a reducir los relevos de carga.
Preocupan cambios impulsados por LUMA
A pesar de la popularidad de los sistemas solares, los propietarios enfrentan retos que podrían afectar el beneficio de sus inversiones. LUMA Energy solicitó al Negociado de Energía de Puerto Rico (NEPR) aprobar ajustes técnicos en los inversores inteligentes, dispositivos que regulan la conexión de los sistemas solares a la red. La empresa argumenta que los cambios son necesarios para reducir problemas de voltaje en zonas con alta penetración solar.
La Asociación de Energía Solar y Almacenamiento de Puerto Rico (SESA) denunció que la propuesta se presentó de manera unilateral y sin diálogo con la industria, pese a que el NEPR había ordenado procesos colaborativos. SESA advirtió que, de aprobarse, los ajustes podrían limitar la capacidad de los clientes de exportar energía y recibir créditos de medición neta. Su director de Política Pública, Javier Rúa Jovet, afirmó: “Lo único que hace falta es que LUMA nos llame para trabajar una propuesta en conjunto para la evaluación del Negociado de Energía”.
La preocupación aumenta por el cobro de hasta 300 dólares que LUMA solicita aplicar a clientes de sistemas solares por “estudios suplementarios” de interconexión. La Oficina Independiente de Protección al Consumidor (OIPC) presentó una querella ante el NEPR para objetar estos cargos, respaldada por SESA y Solar United Neighbors, que calificaron el cobro como un castigo a las familias que invierten en energía solar para contribuir a una red más limpia y confiable.