Al menos ocho personas murieron y 142 resultaron heridas este jueves en una serie de bombardeos israelíes contra objetivos hutíes en Saná, capital de Yemen, según informó el portavoz del Ministerio de Sanidad hutí, Anes Alasbahi, en un mensaje difundido en redes sociales.
Los ataques fueron una represalia por el lanzamiento de un dron hutí que impactó el miércoles en la ciudad israelí de Eilat, dejando una veintena de heridos.
Los rebeldes hutíes indicaron que se desplegaron dotaciones del Cuerpo de Bomberos y equipos de rescate para extinguir las llamas provocadas por los proyectiles. En un comunicado, condenaron los “continuos ataques del enemigo sionista contra civiles y objetivos civiles en Yemen” y calificaron la operación como “un crimen de guerra y una flagrante violación del Derecho Internacional”.
Las autoridades israelíes aseguraron que entre los objetivos atacados figuran bases militares, drones y arsenales, y estimaron que el número de muertos y heridos entre los insurgentes supera el medio centenar.
El ministro de Defensa, Israel Katz, afirmó que “como prometí ayer, quienes nos hagan daño recibirán siete veces más daño”, y describió la operación como “un duro golpe” contra la insurgencia yemení.
Desde la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se confirmó que fue el propio mandatario quien ordenó los bombardeos desde el avión en el que viajaba rumbo a Nueva York para participar en la Asamblea General de Naciones Unidas.
La decisión responde al ataque hutí del miércoles, que logró sortear el sistema antimisiles israelí y hacer impactar un dron en Eilat. Katz ya había advertido que “los terroristas hutíes se niegan a aprender de Irán, Líbano y Gaza, y aprenderán por las malas”.
La Fuerza Aérea de Israel reconoció un “error” en el sistema Cúpula de Hierro, que no logró interceptar el dron. El jefe del cuerpo, general Tomer Bar, explicó que el artefacto fue detectado “relativamente tarde” y ordenó revisar la capacidad de detección e interceptación en la zona de Eilat. “Estamos determinados a acabar con cualquier amenaza contra los civiles del Estado de Israel, venga de donde venga”, afirmó.
Los hutíes, aliados de Irán, han lanzado múltiples ataques contra Israel en represalia por la operación militar en la Franja de Gaza, afectando incluso la navegación en el mar Rojo, una ruta clave para el comercio internacional.
En un discurso televisado, el líder hutí Abdulmalik Badradín al Huti instó a la población a luchar contra “el enemigo arrogante que busca someter y subyugar a la nación”, y acusó a Estados Unidos de ser “cómplice” del proyecto sionista. Aseguró que Washington “busca eliminar todo obstáculo para Israel y para sus propios intereses” y que prepara “la próxima fase del proyecto sionista de forma conjunta con Israel”.
Al Huti denunció que las autoridades israelíes están “presionando a todos los que apoyan o respaldan a Palestina para detener toda ayuda o asistencia” y destacó el “éxito” de las operaciones hutíes en el mar Rojo, que según él han “bloqueado por completo la ruta”.