El Programa Mundial de Alimentos (PMA) advirtió este jueves que la violencia, el hambre y la falta de ayuda han colocado a Haití “al límite”, especialmente en Puerto Príncipe, mientras la financiación internacional sufre un “recorte extremo”.
Los grupos armados controlan cerca del 90% de la capital y han impedido que muchos agricultores vendan sus productos, lo que ha deteriorado aún más un sistema alimentario ya frágil. El PMA señaló que esta situación disparó los precios de los alimentos y provocó consecuencias “devastadoras” para las familias.
Alrededor de 1.3 millones de personas abandonaron sus hogares para buscar refugio y alimentos. “Miles de familias se hacinan en colegios y edificios públicos sin ingresos. Más de la mitad de los desplazados son niños, lo que agrava la desnutrición en zonas con poco acceso a servicios básicos”, indicó el organismo.
En plena crisis, el PMA suspendió la entrega de comidas calientes a los desplazados y, por primera vez en su historia, no pudo almacenar alimentos para desastres durante la temporada de huracanes.
“La violencia ha consumido cada esquina de la capital y ahora se extiende a zonas rurales que antes eran pacíficas”, advirtió Wanja Kaaria, directora del PMA en Haití.
La agencia de la ONU recordó que más de la mitad de los haitianos carecen de comida suficiente y pidió a la comunidad internacional ayuda urgente. Para atender las necesidades inmediatas, el programa requiere 139 millones de dólares en 2026.
Crisis sanitaria y violencia sexual
La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) alertó que entre el 60 y el 80% de los centros sanitarios de Puerto Príncipe permanecen cerrados. Además, denunció un aumento de víctimas civiles en medio de enfrentamientos entre grupos armados y fuerzas de seguridad.
Según MSF, dos de cada cinco haitianos necesitan atención médica urgente. La organización reportó 2,600 casos de violencia sexual atendidos en los primeros seis meses de 2025 y un total de 13,300 ingresos de urgencias, de los que el 26% correspondieron a menores. “Estas cifras reflejan el alarmante deterioro de la situación”, afirmó Mumuza Muhindo Musubaho, coordinador general de MSF en Haití.
Por su parte, Plan Internacional pidió que la nueva fuerza internacional contra las pandillas priorice la protección infantil y la capacitación en prevención de violencia de género.
“Las familias están atrapadas en el miedo y casi la mitad de la población enfrenta escasez de alimentos. Las niñas sufren riesgos impensables de trata, explotación y reclutamiento por grupos armados”, denunció Prospery Raymond, director de Plan Internacional en Haití.