La batalla de las consolas de nueva generación ya empezó, aunque todavía no lo parezca. Mientras todos siguen exprimiendo su Xbox Series X o su PS5, en las oficinas de Microsoft y Sony ya están diseñando las máquinas del futuro. Y si las filtraciones son ciertas, la próxima Xbox apunta a ser… un monstruo.
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Un chip llamado Magnus y la promesa de dominación
La próxima consola de Microsoft ya tiene un protagonista en el radar: un chip con nombre de supervillano, Magnus, que promete marcar un antes y un después en potencia gráfica y rendimiento general.
Según una filtración reciente del canal More Law Is Dead, este procesador personalizado incluirá lo mejor de lo mejor de AMD, como la arquitectura Zen 6 para CPU y RDNA 5 para GPU.
Hasta aquí, todo muy técnico. Pero ¿qué significa esto para los gamers? Básicamente: tiempos de carga ultrarrápidos, gráficos de última generación, y un rendimiento que podría hacer que tu PC gamer de gama alta se sienta intimidado.
Un vistazo (no oficial) a las tripas de la próxima Xbox
Aunque Microsoft no ha confirmado nada aún, la filtración se puso generosa en detalles. Según el leaker, esto es lo que traería la Xbox del futuro:
- Una GPU con 68 unidades de cómputo RDNA 5
- Un sistema con 12 núcleos Zen 6/6c, lo cual es una brutalidad para una consola
- 48GB de memoria GDDR7, triplicando los 16GB de la actual Xbox Series X
- Caché L2 de 24MB para la GPU y L3 de 12MB para la CPU
- Una NPU (unidad de procesamiento neuronal) con capacidades de IA en modo bestia o modo ahorro
Todo eso, dentro de un chip combinado (SoC + GPU) de más de 400 mm², con un consumo energético estimado entre 250 y 350W. O sea, una bestia que va a necesitar buena ventilación… pero que seguramente lo valga.
¿Y cuándo la veremos?
Aunque nada está confirmado, el calendario encaja bastante bien: la Xbox Series X se lanzó en 2020, y considerando que el ciclo de vida promedio de una consola es de unos 8 años, 2027 suena como el momento ideal para la llegada de su sucesora.
Curiosamente, ese mismo año también suena fuerte para el lanzamiento de la PS6, por lo que Microsoft no solo busca actualizar su hardware, sino también dar el golpe en el momento justo.
Más memoria, mejor trazado de rayos y… ¿IA?
Una de las grandes apuestas de esta nueva consola está en la integración profunda de tecnologías de inteligencia artificial, gracias a la unidad NPU integrada. Esto podría abrir nuevas puertas para gráficos más inteligentes, mundos que reaccionen al jugador y mejoras automáticas en resolución y rendimiento.
Además, con mejor compresión de memoria y soporte completo para Path Tracing, el realismo gráfico podría alcanzar niveles que hoy solo vemos en PCs de gama alta con GPUs premium.
En resumen
Si la filtración del chip Magnus es cierta, Microsoft está apostando por la potencia bruta como su principal carta para ganar la próxima generación de consolas. Nada de medias tintas. Y aunque aún faltan un par de años para que la guerra estalle oficialmente, todo indica que en 2027 vamos a tener una batalla épica entre la futura Xbox y la esperada PS6.
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Y tú, ¿estás listo para lo que viene?