El consumidor puertorriqueño prefiere recortar gastos en comida de afuera y entretenimiento, según reveló el 2025 Consumer Foresight Study presentado por la socia fundadora de Nube Research, Beatriz Castro, y el presidente de Brain Consulting, Esteban Colón.
El estudio, que consistió en 1,500 entrevistas de la población de 18 años en adelante, presentó que el 67 % indicó reducir gastos en comer fuera, mientras 31 % lo hace en servicios de streaming y 30 % en entretenimiento general.
Los boricuas optan por sustituir gastos recreativos por inversiones en áreas que consideran más importantes: un 41 % planifica gastar más en la compra de alimentos y educación continua, 40 % en mejoras al hogar y otro 40 % en salud y bienestar.
“Es 14 % más este año que nos está diciendo que va a ir a comer fuera menos (…) En general todo lo que tiene que ver con lo que están cortando, son cosas que tienen que ver con estilo de vida, extras, entretenimiento, streaming, alcohol, productos de lujo, temas de la moda (…) ¿Y en qué piensan gastar más? En cosas que son esenciales y son cosas de inversión en mí”, explicó Castro durante su presentación en el SME Marketing Summit: IN-SIGHT.
Castro añadió que las decisiones de ahorro están motivadas por la percepción de altos precios y la necesidad de seguridad emocional.
“Antes éramos como un grupo consumista, y estamos viendo que está cambiando. Quieren estabilidad, y al buscar estabilidad, lo primero es ahorrar”, detalló.
Por su parte, Colón informó que el concepto de ahorrar también responde a prioridades personales y emocionales, lo que definió como “sorprendente” ante una cultura que tradicionalmente se conoce por “ser una de gastos”.
“Nos fue muy interesante que haya salido tan alto porque culturalmente siempre han escuchado que la cultura puertorriqueña y el consumo puertorriqueño no es de mucho ahorro, siempre se habla que es de gastos (…) El concepto de ahorrar tiene diferentes elementos, tiene un elemento que es de ahorrar para estabilidad, pero tiene uno de ahorrar para poder adquirir o comprar o hacer lo que realmente me interesa. Así que si a mí me interesa viajar, eso emocionalmente para mí es mucho más fuerte que comprarme un reloj caro (…)”, dijo.
Situación económica de los boricuas
De acuerdo con los hallazgos, un 32 % de los encuestados calificó su situación económica actual como positiva, una leve mejora frente al 29 % registrado en 2024.
Mientras, el optimismo a futuro continúa en ascenso: 62 % dijo sentirse confiado en que su situación mejorará en los próximos 12 meses, en comparación del 59 % registrado en 2024. Los jóvenes de 18 a 34 años lideran el optimismo (66 %), seguidos por los de 35 a 54 (64 %) y los mayores de 55 (55 %).
Colón explicó que, aunque las condiciones externas siguen siendo retantes, los puertorriqueños atribuyen su optimismo al esfuerzo individual y no a factores externos.
“Lo que descubrimos es que sí, ellos tienen esta fe y este drive de que se va a mejorar (…) No es que va a pasar algo en Puerto Rico que cambie, es todo mi esfuerzo. (Dicen) ‘yo estoy estudiando, yo estoy ahorrando, yo estoy invirtiendo en mí, esa parte es lo que va a hacer que yo mejore, no es de otros, es mío’”, sostuvo.
Planificación familiar y personal
La tendencia hacia la cautela y el bienestar personal también se reflejó en las decisiones del consumidor puertorriqueño. El estudio mostró que un 61 % de los puertorriqueños planifica tomar al menos una gran decisión familiar en los próximos 12 meses.
“La gente no está diciendo que no, está diciendo ‘todavía no’ (…) hay un aguante que no solamente está pasando en algunos productos, sino también a nivel personal y familiar”, puntualizó Castro.
Entre los jóvenes de 18 a 34 años, las principales decisiones proyectadas son mudarse (43 %), independizarse (35 %) y casarse o formalizar una relación (27 %). En el grupo de 35 a 54 años, predomina el deseo de cambiar de residencia (36 %) o de empleo (26 %), mientras que entre los mayores de 55 años, cuidar a un familiar (38 %) se posiciona como la prioridad principal.
El estudio también exploró cómo las percepciones económicas influyen en decisiones de trabajo, familia y vivienda. En general, un 46 % de los participantes de 18 años en adelante coincidió en que prefieren un empleo con beneficios antes de considerar un cambio de trabajo, mientras un 25 % no está de acuerdo con esa afirmación.
Asimismo, un 42 % dijo estar de acuerdo con retrasar comenzar o expandir su familia por razones económicas, frente a un 34 % que no comparte esa postura.
El 37 % de los encuestados señaló que prioriza el crecimiento profesional sobre el familiar, aunque una proporción similar (34 %) indicó lo contrario. Finalmente, un 30 % expresó estar de acuerdo en tomar decisiones sobre el hogar basadas en sus finanzas, mientras que un 41 % no está de acuerdo.
